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El texto de Armando Alfonzo Jiménez, constitucionalista, publicado el 8 de diciembre de 2024, analiza la problemática de la violencia en la sociedad y la necesidad de una respuesta contundente por parte del Estado, los medios de comunicación y la ciudadanía en general. El autor argumenta que la normalización de la violencia a través de los medios y las redes sociales, junto con la falta de una postura firme en su contra, erosiona la convivencia pacífica.

Resumen:

• La violencia socava la convivencia comunitaria y la dignidad humana.
• Existe una normalización de la violencia en los medios y redes sociales, aunque la difusión de información sea un derecho constitucional.
• El Estado, en muchas ocasiones, no responde eficazmente a los actos delictivos.
• Es indispensable repudiar la violencia en todas sus manifestaciones y fomentar la cultura de la paz y la tolerancia.
• La educación en civilidad democrática es crucial en familias, escuelas, iglesias y asociaciones civiles.
• Los gobernantes y servidores públicos deben dar ejemplo de una postura tajante contra la violencia.
• La paz social es fundamental para el desarrollo de un país.
• La paz como derecho humano incluye la seguridad pública, el desarrollo sustentable, las libertades fundamentales y la libertad de acción civilizada.
• La Constitución General de la República obliga a las autoridades a promover, respetar y proteger los derechos humanos, incluyendo el derecho a la paz.
• La implementación de políticas públicas enfocadas en la paz mejoraría sustancialmente la convivencia democrática.

Conclusión:

• La falta de una respuesta efectiva a la violencia tiene consecuencias negativas para la sociedad.
• Es necesario un cambio cultural que priorice la paz y la tolerancia.
• La responsabilidad de combatir la violencia recae en el Estado, los medios de comunicación, la ciudadanía y las instituciones.
• La implementación de políticas públicas basadas en el derecho a la paz es fundamental para el desarrollo de una sociedad más justa y pacífica.
• El compromiso individual y colectivo es esencial para construir una cultura de paz en México.