El texto analiza la amenaza a la democracia global a través del caso específico del intento del presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, de decretar la ley marcial. Se compara este evento con acciones similares de otros líderes, destacando la fragilidad de las instituciones democráticas en el siglo XXI.
Resumen:
Militares intentaron perturbar la Asamblea Nacional de Corea del Sur, un evento similar a acciones tomadas por Pedro Castillo y Alberto Fujimori en Perú, y Nayib Bukele en El Salvador.
El presidente Yoon Suk-yeol decretó la ley marcial en Corea del Sur, alegando la necesidad de combatir "fuerzas antiestatales", a pesar de la falta de una amenaza real y el consenso nacional en materia de seguridad.
La decisión de Yoon Suk-yeol se basa en su incapacidad para aprobar leyes en la Asamblea Nacional, donde la oposición controla 192 de 300 escaños.
Su decreto no recibió el apoyo de la Asamblea Nacional, Estados Unidos, ni la ciudadanía surcoreana, lo que demuestra la falta de legitimidad de su acción.
El autor describe la situación como un intento golpista en un país tecnológicamente avanzado y democrático, destacando la paradoja.
Se menciona la baja aprobación del presidente Yoon Suk-yeol (menos del 30%) y los problemas causados por su esposa, Kim Keon-hee, incluyendo un escándalo de sobornos.
El texto relaciona el evento en Corea del Sur con la salud vulnerable de la democracia global, mencionando el ascenso de Elon Musk a la Casa Blanca (con la ayuda de Donald Trump) como una señal ominosa.
Conclusión:
El intento de ley marcial de Yoon Suk-yeol en Corea del Sur ilustra la fragilidad de la democracia incluso en países considerados estables.
La acción del presidente surcoreano, junto con ejemplos de otros líderes como Pedro Castillo, Alberto Fujimori y Nayib Bukele, refleja una tendencia preocupante a la erosión de las instituciones democráticas.
La situación en Corea del Sur y el ascenso de Elon Musk a la Casa Blanca (bajo la influencia de Donald Trump) son señales de alerta sobre la salud de la democracia a nivel mundial.
Se sugiere la renuncia de Yoon Suk-yeol como una solución necesaria.