Este texto analiza el legado político de Enrique Alfaro como gobernador de Jalisco, su influencia en el partido Movimiento Ciudadano (MC) y las perspectivas del nuevo gobernador, Pablo Lemus. Se examina el impacto de su gestión en áreas como la salud, la educación, la seguridad y las finanzas estatales, en el contexto de la política nacional bajo los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum.
Resumen:
El sexenio de Enrique Alfaro marca el fin de una época en la política de Jalisco, con una influencia que abarca al menos dos décadas.
Alfaro impulsó a MC a nivel nacional, aunque la postura de Dante Delgado ha generado divisiones internas.
La gestión de Alfaro dejó a MC en una posición sólida en Jalisco a pesar de la presión del partido en el poder.
Pablo Lemus, sucesor de Alfaro, hereda una administración con avances en salud y educación, incluyendo la inauguración de un nuevo hospital.
La gestión de Alfaro enfrentó desafíos en seguridad, influenciados por políticas federales en materia de seguridad.
La falta de recursos federales para infraestructura en Jalisco fue un obstáculo durante el gobierno de Alfaro, problema que probablemente continúe.
Alfaro logró un crecimiento económico y social sostenido en Jalisco, aunque dejó pendientes para la administración de Lemus.
Alfaro mantuvo la soberanía del estado en temas como el reparto fiscal, sentando las bases para un replanteamiento presupuestal con el gobierno federal de Sheinbaum.
Conclusión:
La salida de Enrique Alfaro representa un cambio significativo en la política de Jalisco.
La administración de Alfaro dejó un legado mixto, con logros en áreas como salud y educación, pero también desafíos en seguridad y finanzas.
El futuro político de MC y la gobernabilidad de Jalisco bajo Pablo Lemus dependerán de la capacidad de este último para continuar con los logros y abordar los pendientes de la gestión anterior.
La relación entre el gobierno estatal de Jalisco y el gobierno federal continuará siendo un factor crucial en el desarrollo del estado.