Este texto, escrito por el sociólogo e historiador Álvaro Arreola Ayala el 4 de diciembre de 2024, analiza el cambio de régimen político en México, argumentando que la transición no se limita a una simple alternancia de partidos, sino a una profunda transformación social, económica y política. Se critica la incapacidad de algunos académicos para comprender la magnitud de este cambio, atribuyéndolo a una visión sesgada y a la persistencia de esquemas interpretativos obsoletos.
Resumen:
El texto describe el fin del viejo régimen político mexicano, impulsado por el PRI y el PAN, como un proceso eficaz y acelerado.
Critica la comparación entre el éxito electoral de Morena y el PRI, argumentando que son entidades políticamente distintas.
Rechaza la interpretación de la creciente influencia de Morena en el Poder Legislativo como un nuevo maximato o autocracia, personificado en Andrés Manuel López Obrador ("El hombre de Palenque").
Señala que los últimos seis años han visto la inauguración de un nuevo régimen histórico, con cambios profundos en los ámbitos económico, político y cultural.
Destaca el cumplimiento de demandas sociales de la década de 1960, con la implementación de políticas redistributivas de la riqueza, reconocidas por organismos internacionales como el Banco Mundial.
Critica la visión simplista de algunos analistas que atribuyen la falta de competencia política a la falta de recursos económicos para los partidos de oposición.
Señala el autoritarismo del régimen priísta y su aliado, el PAN.
Describe el nuevo modelo como uno que no manipula organizaciones sociales ni utiliza la movilización colectiva para su provecho, destacando la politización de la sociedad a través de la comunicación pública desde Palacio Nacional.
Menciona el enfoque en el desarrollo regional, priorizando las clases sociales más desfavorecidas, especialmente en el noroeste y sureste de México.
Identifica la reconstrucción del Poder Judicial como una meta fundamental, enfrentando la oposición de sectores eclesiásticos y otros grupos.
Afirma que la reforma del Poder Judicial es vista por el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y la mayoría de la población como un símbolo de la nueva democracia.
Considera la reforma del Poder Judicial como la estocada final al viejo régimen, destacando la capacidad del gobierno federal para llevarla a cabo.
El desafío de la reforma judicial se considera político, no técnico ni moral, y cuenta con el apoyo de la mayoría de los mexicanos.
Conclusión:
El texto argumenta que México está experimentando un cambio de régimen profundo y transformador, más allá de una simple alternancia de partidos.
La reforma del Poder Judicial se presenta como un elemento clave en la consolidación de este nuevo régimen.
La oposición a este cambio, principalmente de sectores conservadores y eclesiásticos, es vista como un obstáculo superable.
El éxito de la transformación depende del apoyo de la mayoría de la población mexicana.