Este texto de Mauricio Meschoulam, escrito el 3 de diciembre de 2024, analiza la renovada ofensiva rebelde en Siria, contextualizándola dentro del complejo panorama geopolítico de la región. El autor argumenta que la guerra siria nunca se resolvió completamente, y que la actual ofensiva es consecuencia de la evolución de varios conflictos simultáneos y de los cambios en el escenario internacional.
Resumen:
La ofensiva rebelde, liderada por Tahrir al Sham (anteriormente Al Nusra, afiliada a Al Qaeda), se centra inicialmente en Alepo y otras localidades. A pesar de negar su vínculo con Al Qaeda, Tahrir al Sham mantiene su ideología yihadista.
La guerra en Siria involucró múltiples actores: el presidente Assad (apoyado por Rusia, Irán y Hezbollah), milicias "laicas", grupos islámicos, ISIS, y los kurdos, con apoyo de potencias regionales como Arabia Saudita, Turquía, Qatar y Estados Unidos.
La intervención directa de Moscú en 2015 a favor de Assad cambió el equilibrio de poder, llevando a algunos grupos rebeldes a pactar ceses al fuego. Sin embargo, otros, como Tahrir al Sham, continuaron la lucha, principalmente en la provincia de Idlib.
Un cese al fuego negociado por Rusia, Turquía e Irán en 2017-2018, aunque logró cierta calma, no resolvió los conflictos subyacentes. Las hostilidades incluso llegaron a enfrentar a tropas turcas con el ejército sirio y Rusia.
La invasión rusa de Ucrania en 2022, la confrontación entre Irán e Israel, y los cambios en las coaliciones internacionales (con una menor presencia de Estados Unidos en Medio Oriente y una normalización de relaciones entre algunos países de la región e Irán y Assad) crearon un nuevo contexto favorable para la ofensiva de Tahrir al Sham.
Hezbollah, debilitada por su enfrentamiento con Israel, tuvo que retirar combatientes de Siria, lo que fue aprovechado por los rebeldes.
El régimen de Assad, dependiente de Rusia e Irán, nunca controló completamente el territorio y se involucró en el narcotráfico (Captagón).
Conclusión:
La ofensiva de Tahrir al Sham es una consecuencia directa de la compleja situación política y militar en Siria, exacerbada por los cambios en el escenario internacional.
La guerra en Siria sigue siendo un conflicto multifacético y con un alto potencial explosivo.
El futuro de Siria es incierto, con la posibilidad de una escalada de la violencia o de nuevas negociaciones, dependiendo de la evolución de los conflictos regionales y de las decisiones de las potencias internacionales.
La situación en Siria está intrínsicamente ligada a la dinámica regional, especialmente a la relación entre Rusia, Irán, Turquía e Israel, así como a la postura de Estados Unidos.