2026: el futuro llama a la puerta

El texto de Alejandro Guerrero Monroy, publicado el 28 de Diciembre del 2025, analiza las características del año que concluye y proyecta las tendencias para el 2026, destacando un cambio de paradigma mundial hacia el unilateralismo y la "egopolítica".

El 2025 se caracterizó por un cambio de paradigma mundial, marcado por tensiones comerciales, conflictos geopolíticos, la carrera por la IA y una crisis climática que agudizó la migración y la escasez de recursos.

📝 Puntos clave

• Cambio hacia el unilateralismo ("egopolítica").
• Aumento del proteccionismo comercial.

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• Persistencia de conflictos en Oriente Medio y Ucrania.
• La IA como campo de batalla tecnológico y reformulador de mercados.
• Migración intensificada por crisis climáticas.
• El 2026 se perfila como un año de reajuste global y "geopolítica brutal".
• Aumento del rearme militar y tecnológico.
• Hartazgo ciudadano ante la desconexión de las agendas geopolíticas.
• Incertidumbre comercial y política como "nueva normalidad".
• Desaceleración del comercio global y estancamiento económico.
• Hartazgo generacional (Generación Z) y presión sobre la democracia.
• Incremento de la violencia política y ataques aéreos/drones.

🤖 Análisis con Bots

Dice IA en modo bot pesimista:

El texto pinta un panorama sombrío para el futuro cercano, destacando la persistencia de conflictos bélicos como los de Oriente Medio y Ucrania, la intensificación de la violencia política con más de 550 incidentes diarios y un máximo histórico en ataques aéreos y con drones. La "geopolítica brutal" y la coerción económica y tecnológica, junto con un posible estancamiento económico y una desaceleración del comercio global, sugieren un entorno de gran inestabilidad y escasez de recursos.

Dice IA en modo bot optimista:

A pesar de los desafíos, el texto también señala la capacidad de adaptación y la transformación profunda que se avecinan. La "egopolítica" y el unilateralismo, aunque tensos, podrían ser vistos como un reajuste necesario en el orden mundial. La IA, si bien es un campo de batalla, también promete reformular mercados y empleos, y el hartazgo ciudadano podría impulsar cambios tangibles en sistemas políticos imperfectos, abriendo la puerta a una mayor presión por la democracia y la atención a las necesidades de la gente.