El texto de Gabriela Rodríguez, escrito el 27 de Diciembre de 2024, analiza el envejecimiento poblacional en México y a nivel global, destacando sus implicaciones sociales y políticas. El texto utiliza datos del Consejo Nacional de Población (Conapo) y otras fuentes para ilustrar la creciente proporción de personas mayores en la población y las disparidades regionales en este proceso.
Resumen:
El envejecimiento poblacional, caracterizado por una menor proporción de niños y una mayor de adultos mayores, es un fenómeno global. En 2018, las personas de 65 años o más superaron en número a los menores de cinco años por primera vez en la historia.
Se proyecta que para 2050, 64 países tendrán un 30% de su población con 60 años o más (2 mil millones de personas). Existen diferencias significativas entre regiones, reflejando los niveles de desarrollo económico.
Las personas mayores no son un grupo homogéneo; existen diferencias en género, clase socioeconómica, estado de salud, origen étnico y ubicación geográfica. Las mujeres mayores suelen ser más vulnerables a la discriminación y a la falta de acceso a recursos.
En México, la esperanza de vida al nacer aumentó de 58 a 75.5 años en los últimos 50 años. En 2024, se estima que hay 16.5 millones de personas mayores de 60 años (12.4% de la población), cifra que aumentará a 28 millones en 2040 (20%).
Existe una gran heterogeneidad en el proceso de envejecimiento a nivel estatal y municipal en México. Algunas entidades federativas están en una etapa avanzada de envejecimiento, mientras que otras se encuentran en etapas más tempranas. Ciudad de México, Colima, Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, Baja California y Nayarit se encuentran en una etapa avanzada, mientras que Puebla, Baja California Sur, Quintana Roo y Chiapas se encuentran en etapas más tempranas.
El envejecimiento en México es un logro de las políticas de población, pero también representa un desafío que requiere la articulación de políticas públicas para atender las necesidades de la población mayor, considerando la diversidad regional. Se menciona la necesidad de fortalecer los marcos normativos, armonizar la política de población con las necesidades del grupo mayoritario que aún está en edad escolar y laboral, ampliar el acceso a la educación y al empleo formal, anticipar la inversión en la pensión universal y mejorar los sistemas de jubilación y de salud. Se destaca el trabajo de Ana Gabriela López Díaz y Luis Felipe Jiménez del Conapo. La Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, en su calidad de presidenta del Conapo, también es mencionada.
Conclusión:
El envejecimiento poblacional es un fenómeno complejo que requiere una respuesta multifacética.
Es necesario abordar las desigualdades existentes entre las personas mayores, garantizando el acceso a la salud, la seguridad económica y la protección social.
La planificación a largo plazo, la inversión en políticas públicas y la colaboración interinstitucional son cruciales para afrontar los desafíos del envejecimiento poblacional.
El trabajo del Conapo es fundamental para monitorear y dar respuesta a este proceso demográfico.