Rank Columnas | Mail o Telegram

Este texto de Enrique Serna, escrito el 20 de diciembre de 2024, analiza la victoria electoral de Donald Trump y la atribuye, en parte, a la reacción contra el movimiento "woke". El autor argumenta que la intransigencia y los métodos autoritarios de este movimiento alienaron a muchos, incluso a aquellos que compartían algunas de sus metas.

Resumen:

• La victoria de Donald Trump se interpreta como una derrota no solo del partido demócrata, sino también de la cultura "woke".
• El movimiento "woke", originado en universidades estadounidenses, promueve la equidad racial y social, el feminismo, el movimiento LGBT, el uso de pronombres neutros, el multiculturalismo, las vacunas, el activismo ecológico y el derecho al aborto.
• A pesar de sus orígenes libertarios, el movimiento "woke" se caracteriza por un talante autoritario y el uso de métodos coercitivos en redes sociales para silenciar a los disidentes.
• Muchas personas que apoyan causas progresistas rechazan el dogmatismo y la intransigencia del movimiento "woke".
• La imposición del término "latinx" a la comunidad hispana, considerado un atropello paternalista, generó rechazo y pudo influir en la votación.
• La instalación de baños con neutralidad de género en escuelas públicas de Loudon County, Virginia, a pesar de la oposición de padres y alumnos, se presenta como otro factor que contribuyó a la victoria de Trump.
• Kamala Harris pagó las consecuencias de no distanciarse suficientemente de los ideólogos más recalcitrantes del movimiento "woke".
• Barack Obama, en 2019, ya había advertido sobre los excesos del movimiento "woke" en las redes sociales.
• La analista política Sarah Baxter, del London Standard, destaca la influencia negativa de las políticas "woke" en la votación.

Conclusión:

• El movimiento "woke" podría perder influencia, pero su legado será haber fortalecido al fascismo.
• La intransigencia del movimiento "woke" resultó contraproducente, alienando a potenciales aliados y contribuyendo a la victoria de Trump.
• El autor sugiere que la victoria de Trump representa un "amargo despertar" para la vanguardia progresista.