Este texto de Juan Villoro, escrito el 20 de diciembre de 2024, reflexiona sobre la identidad mexicana a través del análisis de dos géneros artísticos populares: las pastorelas y el cine de luchadores. Villoro argumenta que estos géneros, a pesar de su importancia cultural, no reciben el reconocimiento que merecen, y que su popularidad refleja aspectos profundos de la cultura mexicana.
Resumen:
México ha inventado dos géneros artísticos poco reconocidos: las pastorelas y el cine de luchadores.
Las pastorelas, originadas en colegios jesuitas del virreinato, inicialmente buscaban la evangelización de los indígenas. Su desarrollo involucró una sincretización entre la religión católica y las creencias prehispánicas, con personajes como Tezcatlipoca y Quetzalcóatl encontrando equivalentes en los ángeles y demonios. Miguel Sabido es destacado como un importante preservador de este género.
La expulsión de los jesuitas en 1767 y la popularidad del personaje del Diablo llevaron a la prohibición de las pastorelas por la Inquisición, pero sobrevivieron como un género rebelde.
El cine de luchadores, con figuras icónicas como El Santo y Blue Demon, surgió de las arenas de lucha libre. La película "La bestia magnífica" (1952), dirigida por Chano Urueta, es considerada pionera del género.
Tanto las pastorelas como el cine de luchadores se caracterizan por la falta de verosimilitud y la representación de una lucha entre el Bien y el Mal, con una iconografía rica y memorable. Raúl Criollo, José Xavier Návar y Rafael Aviña son mencionados por su enciclopedia "¡Quiero ver sangre!", dedicada al cine de luchadores.
Villoro concluye que estos géneros reflejan la lucha entre la luz y las tinieblas, pero contrasta este triunfo estético del Bien con la violencia de la realidad mexicana, ejemplificada por los asesinatos de 37 candidatos en 2024.
Conclusión:
El arte popular mexicano, representado por las pastorelas y el cine de luchadores, ofrece una visión particular de la identidad nacional, marcada por la exageración, el conflicto y la mezcla de elementos culturales.
A pesar de su riqueza y significado cultural, estos géneros no han alcanzado el reconocimiento que merecen.
La violencia en México en 2024 contrasta con el triunfo simbólico del Bien en estas formas de arte, sugiriendo una disonancia entre la representación artística y la realidad social.
La obra de Villoro invita a una reflexión sobre la identidad mexicana y la relación entre el arte y la realidad.