El texto de Rodolfo Navarrete Vargas, publicado el 2 de diciembre de 2024 en REFORMA, analiza el impacto potencial de las políticas comerciales del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en la economía mexicana, específicamente en el tipo de cambio del peso mexicano. El autor argumenta que una depreciación moderada del peso podría ser una respuesta efectiva a la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos.
Resumen:
Donald Trump anuncia aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, y un 10% adicional a China.
Una depreciación del peso mexicano podría compensar los efectos negativos de los aranceles estadounidenses en la competitividad mexicana, abaratando las exportaciones.
La economía mexicana tiene fundamentos macroeconómicos sólidos (balance externo equilibrado, superávit en la cuenta corriente), lo que reduce el riesgo de un ataque especulativo contra el peso.
México cuenta con reservas internacionales significativas (226 mil millones de dólares) e instrumentos para controlar posibles fluctuaciones cambiarias (comunicación, intervención en el mercado, coberturas cambiarias, línea de crédito del FMI).
La depreciación del peso no tendría un impacto significativo en la inflación, gracias a estudios del Banco de México y a una política fiscal menos expansiva.
Las exportaciones mexicanas, especialmente las de los exportadores netos, se beneficiarían de la depreciación del peso.
El tipo de cambio mexicano es libre y está sujeto a las fuerzas de oferta y demanda. Las autoridades podrían inducir una depreciación reduciendo las tasas de interés.
Las minutas de la última reunión de política monetaria y comentarios de funcionarios del Banco de México sugieren una posible disminución de 50 puntos base en las tasas de interés en diciembre.
La incertidumbre sobre las acciones del gobierno estadounidense limita los pronósticos.
Conclusión:
Una depreciación controlada del peso mexicano podría ser una estrategia viable para contrarrestar el impacto negativo de los aranceles estadounidenses.
Los fundamentos macroeconómicos de México son sólidos y reducen el riesgo de una crisis financiera.
La reducción de las tasas de interés podría ser la herramienta más efectiva para inducir una depreciación del peso.
La incertidumbre sobre las políticas de Donald Trump genera una gran incertidumbre en el panorama económico.