El texto de Paola Rojas, publicado el 2 de diciembre de 2024, denuncia la problemática del matrimonio infantil en México, destacando su ilegalidad y la falta de aplicación efectiva de las sanciones correspondientes. El texto utiliza el caso de Claudia Cruz como ejemplo de las consecuencias devastadoras de esta práctica.
Resumen:
El matrimonio infantil en México es una tragedia que afecta a miles de niñas, muchas de las cuales son obligadas a casarse antes de la pubertad.
El matrimonio infantil se justifica con "usos y costumbres", razones económicas (ganancias de entre 50,000 y 200,000 pesos), y en algunos casos, motivaciones religiosas y culturales.
A nivel mundial, una de cada cinco mujeres se casa siendo niña, y en México, el 7.5% de las adolescentes indígenas son obligadas a casarse antes de la mayoría de edad (27,800 adolescentes según el INEGI en 2020).
México ocupa el octavo lugar a nivel mundial en índice de matrimonio infantil según la Organización de las Naciones Unidas.
Aunque el Código Civil Federal establece los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio y prevé sanciones penales, estas no se aplican con frecuencia.
En febrero de 2024, se modificó el artículo 2 de la Constitución para prohibir los matrimonios infantiles en comunidades indígenas, pero la falta de aplicación de las sanciones persiste.
El matrimonio infantil es una forma de explotación infantil y una violación a los derechos humanos, afectando gravemente la dignidad, salud, desarrollo, educación e integridad de las niñas.
Se exige a la sociedad la condena de esta práctica y al Estado la aplicación de sanciones, especialmente considerando una administración comprometida con la perspectiva de género.
Conclusión:
El matrimonio infantil es un problema grave y persistente en México que requiere una acción contundente por parte del Estado.
La falta de aplicación de las leyes existentes perpetúa esta violación de los derechos humanos.
Se necesita una mayor concientización social para erradicar esta práctica anacrónica.
La perspectiva de género debe ser fundamental en la lucha contra el matrimonio infantil.