Este texto analiza la actuación del Secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, en un operativo contra la piratería en México, cuestionando la efectividad y las motivaciones políticas detrás de la acción. El autor argumenta que el operativo fue un acto de poca monta y de dudosa legalidad, más enfocado en la proyección política de Ebrard que en una solución real al problema del mercado negro.
Resumen
El operativo de Ebrard contra el mercado negro en México se considera insuficiente e ineficaz, dado el tamaño del problema y la cantidad relativamente pequeña de mercancía incautada.
El autor critica la falta de enfoque en las fuentes del problema, principalmente China, y la concentración en un solo inmueble con bajo inventario.
Se cuestiona la legalidad y las motivaciones políticas detrás del operativo, sugiriendo que podría ser un intento de Ebrard por recuperar protagonismo político.
Se destaca la incongruencia de Ebrard al enfocarse en la piratería doméstica mientras ignora la importación masiva de productos ilegales desde China.
Se menciona la experiencia previa de Ebrard en demandas en los Estados Unidos de América contra fabricantes de armas, contrastándola con su falta de acción contra los proveedores chinos.
Se plantea la posibilidad de un trato preferencial hacia el gobierno de Beijing por parte de Ebrard.
Conclusión
El operativo de Marcelo Ebrard parece ser más un acto político que una solución efectiva al problema del mercado negro en México.
La falta de enfoque en las fuentes del problema, principalmente China, y la poca cantidad de mercancía incautada, debilitan la credibilidad del operativo.
La incongruencia en el trato de la piratería doméstica versus la importación ilegal de China genera sospechas sobre las motivaciones de Ebrard.
Se requiere una estrategia más integral y efectiva para combatir el mercado negro en México, que aborde las fuentes del problema y no solo sus consecuencias.