Este texto de Ernesto Piedras, escrito el 19 de diciembre de 2024, analiza la reestructuración del sector de telecomunicaciones en México, tras la extinción del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la creación de nuevas entidades como la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT). El autor explora las implicaciones de este cambio, tanto positivas como negativas, para el desarrollo del sector.
Resumen:
Se disuelve el IFT, redistribuyendo sus funciones entre la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y la ATDT.
La ATDT asumirá la política pública en telecomunicaciones a partir de enero de 2025.
La SICT se encargará de licitaciones, supervisión del espectro radioeléctrico y concesiones.
Este nuevo modelo podría generar incertidumbre y aumentar los costos para los agentes regulados debido a la "doble o triple ventanilla".
Existe el riesgo de falta de coordinación entre la SICT y la ATDT, llevando a conflictos de competencia y duplicidad de esfuerzos.
Se teme la pérdida de capital humano especializado del IFT, afectando la capacidad regulatoria de las nuevas entidades.
El presupuesto del IFT se reduce drásticamente (70.2%), mientras que el de la ATDT aumenta significativamente. La SICT recibe un aumento presupuestal del 4.8%, que podría ser insuficiente.
El éxito de la reestructuración depende de una legislación secundaria integral y técnicamente sólida.
Conclusión:
La reestructuración presenta oportunidades para la transformación digital, la ciberseguridad y la inclusión tecnológica.
Sin embargo, la fragmentación de competencias, la falta de coordinación y la pérdida de capital humano representan riesgos significativos.
El futuro del sector de telecomunicaciones en México depende de la capacidad del nuevo modelo para cumplir con las expectativas de modernización.
La conectividad y la innovación son esenciales para el crecimiento económico y social, por lo que el éxito de esta reestructuración es crucial.