Este texto de Sergio Aguayo, publicado el 18 de diciembre de 2024, analiza la respuesta de la Presidenta a la falta de cooperación de los gobernadores en materia de seguridad pública en México. El autor utiliza ejemplos de diferentes administraciones para ilustrar la problemática y propone soluciones para mejorar la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno.
Resumen:
La Presidenta de México amonestó a los gobernadores por su falta de compromiso en las Mesas de Paz, señalando la insuficiencia de su participación semanal y la necesidad de una asistencia diaria.
Felipe Calderón Hinojosa, en su libro "Decisiones difíciles", ya había señalado la falta de cooperación de los gobernadores como un factor clave en la ineficacia de su estrategia de seguridad.
Se menciona la baja asistencia de gobernadores a las Mesas de Paz durante el sexenio pasado, lo que contribuyó al aumento de homicidios y desapariciones. El Tercer Informe de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública de 2021 respalda esta afirmación.
Se destacan ejemplos de gobernadores con baja asistencia, como Omar Fayad (Hidalgo), Cuauhtémoc Blanco (Morelos) y Francisco Javier García Cabeza de Vaca (Tamaulipas), contrastándolos con el caso de Claudia Sheinbaum (Ciudad de México), quien mostró una alta participación.
El autor señala un cambio en la estrategia federal de seguridad en estados como Sinaloa, Estado de México y Chiapas, con un mayor despliegue militar y una mejor coordinación interinstitucional.
Se destaca el caso de Coahuila, donde la colaboración con organizaciones de familiares de desaparecidos ha contribuido a la disminución de homicidios. Los gobernadores Rubén Moreira, Miguel Ángel Riquelme y Manolo Jiménez son mencionados por su compromiso.
Sergio Aguayo concluye que, para lograr avances sostenibles en materia de seguridad, se requiere una mayor firmeza de la Presidenta con los gobernadores faltistas, considerando la gravedad de la situación.
Conclusión:
La falta de cooperación de los gobernadores en materia de seguridad es un problema recurrente en México, que ha afectado las estrategias de diferentes administraciones.
Se necesita una mayor coordinación entre los niveles de gobierno federal y estatal para combatir la delincuencia organizada.
La Presidenta debe adoptar una postura más enérgica frente a los gobernadores que no cumplen con sus responsabilidades en materia de seguridad.
La participación ciudadana organizada y el apoyo internacional son cruciales para lograr avances sostenibles en la lucha contra la inseguridad.