Este texto de Rubén Alonso, escrito el 16 de diciembre de 2024, analiza los cambios en el Episcopado Mexicano tras la elección de un nuevo presidente y las implicaciones para la relación con el gobierno federal mexicano. El texto también aborda las vacantes episcopales y el proceso de renovación generacional dentro de la Iglesia Católica en México.
Resumen:
Se eligió a Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca, como nuevo presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM). Su elección fue sorpresiva, dado su postura crítica hacia la estrategia de seguridad del gobierno de Andrés López Obrador.
Castro Castro tiene una larga trayectoria en la Iglesia Católica, incluyendo formación en la Academia Eclesiástica Pontificia y cargos en el Vaticano. Su mentor fue Emilio Berlié Belaunzarán, obispo de Tijuana.
La relación entre el Episcopado Mexicano y la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo es incierta, aunque se espera una relación más diplomática.
Existen siete diócesis vacantes: Tuxtla Gutiérrez, Atlacomulco, Ecatepec, Nuevo Casas Grandes, Nuevo Laredo, Nogales, Tapachula y El Naya.
Se espera que el Papa Francisco acepte las renuncias de varios obispos que han cumplido 75 años, entre ellos: Andrés Vargas Peña (Xochimilco), José Francisco Robles Ortega (Guadalajara), Luis Artemio Flores Calzada (Tepic), Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L.C. (Cancún-Chetumal), Javier Navarro Rodríguez (Zamora) y Mario Espinosa Contreras (Mazatlán).
El Vaticano jugará un papel crucial en la reconfiguración del Episcopado Mexicano, buscando romper los "clubes" de poder e integrar a la Iglesia desde las periferias.
Conclusión:
El Episcopado Mexicano enfrenta un periodo de transición y renovación.
La relación con el gobierno federal será un factor clave en los próximos años.
El Vaticano, bajo el liderazgo del Papa Francisco, tendrá la última palabra en la reestructuración de la CEM.
La resolución de las vacantes episcopales y la aceptación de las renuncias de los obispos mayores de 75 años son asuntos prioritarios.