Este texto de Mario Patrón, escrito el 12 de diciembre de 2024, conmemora el 30 aniversario del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan A.C. (Tlachinollan) y su labor en la defensa de los derechos humanos en México, particularmente en la región de La Montaña y la Costa Chica de Guerrero. El texto destaca la importancia de la organización en un contexto de alta violencia contra defensores de derechos humanos y periodistas en el país.
Resumen:
México ocupa el segundo lugar en América Latina en violencia contra defensores de derechos humanos, según Front Line Defenders.
En 2023, se registraron 123 agresiones contra defensores ambientales, según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental.
Artículo 19 documentó 561 agresiones contra periodistas en México en 2023.
Tlachinollan, fundado en 1994, ha trabajado durante 30 años en la defensa de los derechos humanos de las comunidades indígenas y campesinas en Guerrero.
La organización ha documentado y denunciado violaciones de derechos humanos, incluyendo casos de tortura, desaparición forzada y masacres como las de Aguas Blancas y El Charco.
Tlachinollan ha representado casos emblemáticos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), como el de Inés Fernández y Valentina Rosendo.
La organización ha jugado un papel importante en la búsqueda de justicia para los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
Tlachinollan ha recibido numerosos reconocimientos internacionales, incluyendo premios de la Fundación MacArthur, la Washington Office for Latin America, Global Exchange, Amnistía Internacional, el Premio Amalia Solórzano y el Premio de Derechos Humanos Robert F. Kennedy.
El texto argumenta que organizaciones como Tlachinollan son cruciales en un contexto donde las instituciones públicas encargadas de la protección de los derechos humanos son débiles o ineficaces, como la CNDH y la ausencia del INAI.
Conclusión:
El trabajo de Tlachinollan es fundamental para la defensa de los derechos humanos en México.
La organización ha demostrado un compromiso inquebrantable con la justicia y la dignidad de las comunidades indígenas y campesinas.
Es necesario reconocer, visibilizar y apoyar el trabajo de organizaciones de la sociedad civil como Tlachinollan en la lucha contra la violencia y la impunidad en México.
La persistencia de la violencia de Estado y la criminalización de la defensa de los derechos humanos requieren una mayor atención y acciones contundentes.