Este texto de Rosario Guerra, escrito el 12 de Diciembre de 2024, analiza el progreso y los desafíos persistentes en la lucha feminista en México, enfocándose en los avances legislativos, la violencia contra las mujeres y la necesidad de una transformación cultural profunda. El texto destaca la importancia de la igualdad sustantiva y la no discriminación, así como la necesidad de un cambio de mentalidad en la sociedad mexicana.
Resumen:
Se han logrado avances significativos en los derechos de las mujeres en las últimas décadas, aunque el camino ha sido difícil.
La presidenta Sheinbaum impulsa un Registro Nacional de agresores para ampliar las medidas de protección contra la violencia familiar y doméstica. La violencia feminicida sigue siendo un problema grave.
La paridad de género, aunque establecida legalmente, sigue enfrentando resistencia, con algunos candidatos impugnando resultados electorales que favorecen a las mujeres. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha emitido sentencias para asegurar que la paridad sea un mínimo, no un máximo.
La ley 3 de 3, que busca evitar que violentadores y deudores alimentarios sean candidatos o servidores públicos, enfrenta desafíos debido a la falta de actualización y completitud de los registros correspondientes.
Se observa una mayor presencia femenina en los medios de comunicación, pero persiste la cosificación de las mujeres, especialmente en algunos programas.
Se destaca la importancia del apoyo masculino en la lucha feminista, especialmente de aquellos que han presenciado las limitaciones impuestas a las mujeres en sus familias.
La creciente participación femenina en la educación superior y el ámbito laboral ha generado reacciones de violencia por parte de algunos hombres que perciben una competencia desleal.
México ha avanzado en la legislación en materia de violencia de género, tipificando diversas conductas como delitos y estableciendo sanciones para la violencia política contra las mujeres. El TEPJF, con sentencias como las de Mónica Soto, ha jugado un papel crucial en la protección de las mujeres candidatas.
La violencia digital, aunque difícil de rastrear, está siendo considerada por el TEPJF como un factor que afecta el proceso electoral, rompiendo la impunidad.
A pesar de los avances legislativos, persiste la necesidad de luchar por la igualdad sustantiva, la no discriminación y la erradicación de la violencia contra las mujeres, lo cual requiere un cambio cultural profundo.
Conclusión:
La lucha feminista en México ha logrado avances significativos en la legislación y la jurisprudencia, pero aún enfrenta importantes desafíos culturales.
La implementación efectiva de las leyes y la transformación de las mentalidades son cruciales para lograr la igualdad sustantiva y la no discriminación.
El apoyo de los hombres aliados es fundamental para el éxito de la lucha feminista.
El camino hacia una sociedad más igualitaria y justa es largo, pero el progreso logrado hasta ahora demuestra que la lucha feminista es un proceso imparable.