Este texto de Javier Aranda Luna, escrito el 11 de Diciembre de 2024, analiza la vida y obra de José Guadalupe Posada, destacando la reciente novela gráfica sobre el artista, "Posada: La vida no vale nada... Y la hoja suelta, un centavo", creada por Gonzalo Rocha. El texto explora la importancia de Posada como cronista gráfico y la perdurabilidad de sus imágenes icónicas en la cultura mexicana.
Resumen:
José Guadalupe Posada, fallecido el 20 de enero de 1913 en Dolores, fue sepultado en una fosa común tras siete años de permanecer sin reclamación.
La obra de Posada, llena de imágenes fuertes y representativas de la vida cotidiana mexicana, ha trascendido el tiempo, especialmente su icónica "Catrina".
Gonzalo Rocha, motivado por la falta de acercamiento a la realidad del artista en textos previos, creó una novela gráfica para aproximarse a la vida de Posada.
La novela gráfica de Rocha explora la infancia de Posada, su muerte, y dos estampas clave en su obra: "El Chalequero" y "El baile de los 41".
Rocha considera tres imágenes icónicas de lo mexicano: el águila y la serpiente, la Virgen de Guadalupe y la Catrina de Posada.
La Catrina, grabada en 1912 para ilustrar "La garbancera", fue posteriormente rebautizada por Diego Rivera en 1947.
El texto destaca la capacidad de reproducción del grabado, que democratizó el arte de Posada, permitiendo que sus obras llegaran a un público amplio.
Posada, a través de sus grabados, documentó catástrofes, fusilamientos, leyendas, accidentes, escándalos y crímenes de su época.
Octavio Paz y André Breton reconocieron la importancia de Posada, el primero viendo en la Catrina la moda como hermana de la muerte, y el segundo, como inventor del humor negro en las artes visuales.
El texto concluye que gracias a Gonzalo Rocha, la obra de Posada continúa vigente y relevante en la actualidad.
Conclusión:
La obra de José Guadalupe Posada sigue siendo fundamental para entender la cultura mexicana.
La novela gráfica de Gonzalo Rocha ofrece una nueva perspectiva sobre la vida y obra de Posada, acercándonos a la realidad del artista.
La perdurabilidad de las imágenes de Posada, especialmente la Catrina, demuestra su impacto en el imaginario colectivo mexicano e internacional.
El legado de Posada como cronista gráfico y su contribución a la democratización del arte a través del grabado son innegables.