Este texto de La Jornada del 11 de diciembre de 2024 analiza el segundo y último informe de labores de Norma Lucía Piña Hernández, ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), centrándose en sus críticas al gobierno federal y la reforma judicial. El artículo argumenta que el discurso de Piña Hernández está lleno de falsedades y omisiones, y que en realidad refleja la resistencia de una parte del Poder Judicial a las reformas impulsadas por el gobierno.
Resumen:
Norma Lucía Piña Hernández, en su informe, lamentó la caída de la "mafia judicial" creada por Ernesto Zedillo y sus sucesores, acusando al gobierno de violar suspensiones judiciales, amenazar a jueces y de atacar la independencia judicial.
Piña Hernández señaló como puntos de conflicto con el gobierno federal el traslado del control operativo y administrativo de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, la supuesta complicidad de la SCJN con poderes fácticos que obstaculizaron proyectos de infraestructura y la intervención para perpetuar los dispendios del INE.
El artículo contrapone la versión de Piña Hernández con la realidad, argumentando que las sentencias contrarias al gobierno sabotearon el desarrollo nacional y liberaron a culpables. Se menciona la omisión de Piña Hernández sobre sentencias emitidas en flagrante prevaricato.
Se critica la falta de acción de la SCJN para desautorizar una suspensión provisional contra la extinción de fideicomisos, a pesar de que la propia Piña Hernández se había mostrado de acuerdo con su destino a los damnificados del huracán Otis en Guerrero.
Se acusa a Piña Hernández de hipocresía al hablar de independencia judicial, recordando sus reuniones con opositores en la mansión del ministro Juan Luis González Alcántara.
El artículo concluye que el discurso de Piña Hernández no es una denuncia, sino un catálogo de las razones que justifican la reforma judicial.
Conclusión:
El artículo de La Jornada presenta una crítica severa al informe de Norma Lucía Piña Hernández, cuestionando su veracidad y sus intenciones.
Se argumenta que el discurso de la ministra presidenta de la SCJN enmascara la resistencia de una parte del Poder Judicial a las reformas y a la rendición de cuentas.
El texto concluye que la reforma judicial es necesaria para limpiar al Poder Judicial de corrupción e influencias indebidas.