Este texto de Salvador Camarena, publicado el 11 de diciembre de 2024, analiza el cambio de poder en las gubernaturas de México tras las elecciones de junio y el papel de la presidenta Claudia Sheinbaum en la relación con los nuevos gobernadores. El autor reflexiona sobre la influencia del poder ejecutivo federal en los gobiernos estatales y compara el actual sexenio con el de Carlos Salinas de Gortari.
Resumen:
Con la toma de posesión de Alejandro Armenta en Puebla, todos los estados tendrán nuevos gobernadores.
La presidenta Claudia Sheinbaum se reunirá con los gobernadores este fin de semana, marcando el inicio de su relación.
Sheinbaum advirtió a los gobernadores sobre la importancia de su involucramiento en la seguridad, sugiriendo que la evaluación de su desempeño abarcará todos los ámbitos.
El sexenio anterior, bajo el mandato del presidente anterior, se caracterizó por la tolerancia hacia gobernadores con inoperancia o escándalos, priorizando la estabilidad política de Morena. Ejemplos como Cuauhtémoc Blanco en Morelos, Rutilio Escandón en Chiapas y Cuitláhuac García en Veracruz ilustran esta política.
El autor argumenta que la fuerza política de la presidencia debe usarse para asegurar que los triunfos electorales locales no se conviertan en pesadillas para los electores.
Se contrasta la situación actual con el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, donde 17 gobernadores fueron removidos por decisión presidencial, como se documenta en el libro "Todos los gobernadores del Presidente" de Adriana Amezcua y Juan Pardinas. Se menciona el caso de Mario Ramón Beteta (Estado de México) y Víctor Manzanilla Schaffer (Yucatán).
A diferencia del sexenio anterior, donde la mayoría de los gobernadores de Morena se mantuvieron en sus puestos a pesar de sus actuaciones, se espera un mayor nivel de exigencia por parte de la presidenta Sheinbaum. Se menciona el caso de Adán Augusto López en Tabasco como una excepción.
Conclusión:
El texto sugiere un cambio de estrategia en la relación entre el poder ejecutivo federal y los gobiernos estatales.
Se anticipa un mayor control y exigencia por parte de la presidenta Sheinbaum sobre los gobernadores.
El autor cuestiona la conveniencia de tolerar la inoperancia o los escándalos de los gobernadores en aras de la estabilidad política.
Se enfatiza la importancia de utilizar el poder político para el beneficio de los ciudadanos y no para mantener en el poder a gobernantes ineficaces o cuestionables.
