Este texto de Maribel Ramírez Coronel, escrito el 11 de Diciembre de 2024, analiza el problema del intrusismo y la usurpación profesional en el sector médico en México, a raíz del caso de la abogada Marilyn Cote. Se explora la necesidad de una regulación más estricta y actualizada para prevenir riesgos a la salud pública.
Resumen:
El caso de Marilyn Cote, quien ejerció la psiquiatría sin la debida acreditación, sirve como ejemplo de los riesgos del intrusismo profesional.
La legislación mexicana es vaga y necesita actualizarse para cerrar las lagunas legales que permiten la actuación de pseudo profesionales.
La Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) identifica áreas con alta incidencia de intrusismo, incluyendo optometría, fisioterapia, enfermería, podología, odontología y cirugía estética.
Francisco Javier Guerra Zermeño, director general de Arbitraje de la Conamed, propone la creación de programas de estudio, normas oficiales y guías de práctica clínica para homologar los límites de cada profesión. También sugiere una lista única de profesiones y especialidades para evitar el intrusismo.
La Conamed afirma que la realización de actividades médicas sin la debida acreditación es ilegal e incluso punible en algunas entidades.
La medicina estética, una industria multimillonaria, presenta un problema grave de intrusismo, con clínicas y spas que emplean personal sin la capacitación adecuada. COFEPRIS ha tomado acciones, pero son insuficientes.
Las complicaciones derivadas de malas prácticas en medicina estética han llevado a la identificación de la Enfermedad por Inyección de Rellenos Sintéticos Permanentes (EIRSP). Un grupo de expertos de la Federación Iberoamericana de Cirugía Plástica (FILACP), liderados por el Dr. César Oliveros, proponen un protocolo integral de diagnóstico y tratamiento.
El Consejo Mexicano de Arbitraje Médico (CMAM) señala un desconocimiento legal por parte del sector médico especializado.
El Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas (CONACEM), presidido por el doctor José Antonio Santos, supervisa la certificación de las especialidades médicas.
Se menciona el peligro que representan los egresados de escuelas sin aval, y la necesidad de incentivos para evitar la publicidad engañosa en redes sociales.
Se destaca el caso de maestrías en cirugía estética impartidas en el Instituto de Estudios Superiores en Medicina y la Universidad del Conde en Veracruz, cuyos egresados están relacionados con casos de pacientes con daños graves e incluso muertes.
El senador Emmanuel Reyes Carmona de Morena presentó un proyecto de decreto para incluir la cirugía plástica, estética y reconstructiva dentro de las actividades que requieren título profesional.
COFEPRIS alerta sobre el uso de sustancias de alta toxicidad en procedimientos estéticos, como el colágeno bovino, silicona y vaselina líquida, entre otras. Se recomienda verificar las certificaciones y el registro en el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (CMCPER) antes de someterse a un procedimiento.
Conclusión:
Es crucial actualizar la legislación y regulación de las profesiones médicas en México para combatir el intrusismo.
Se requiere una mayor colaboración entre las autoridades regulatorias, como Conamed, COFEPRIS y CONACEM, para proteger la salud pública.
La educación pública y la prevención son fundamentales para evitar que la población acuda a