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Este texto, escrito por Carlos Bravo Regidor el 9 de noviembre de 2024, analiza las protestas masivas a escala global de la década de 2010, cuestionando por qué, a pesar de su magnitud, no lograron cambios significativos en la democracia o la desigualdad. El autor se basa en el análisis de Ivan Krastev en su libro "Democracy Disrupted" para explicar este fenómeno.

Resumen:

• Las protestas de la década de 2010, ocurridas en países como Túnez, Egipto, Libia, Siria, Irán, China, Tailandia, Rusia, Turquía, Grecia, Ucrania, Hungría, Francia, España, Portugal, Chile, Argentina, Brasil, Venezuela, Colombia, Cuba, México y Estados Unidos, fueron masivas pero no revolucionarias.
• Según Krastev, estas protestas carecieron de un proyecto político concreto, enfocándose más en la expresión de indignación moral que en la construcción de alternativas políticas duraderas.
• El "espíritu libertario" que las unió se basó en la desconfianza hacia las instituciones, los partidos políticos y las élites, sin buscar reemplazar el "sistema" (Estado y/o mercado), sino reprobarlo.

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• Las protestas, según Krastev, no respondían a intereses colectivos de clase media, sino a la inquietud individualista de preservar el estatus clasemediero tras la crisis financiera de 2008.
• Los participantes deseaban el cambio pero rechazaban la representación política y el liderazgo, mostrando prácticas insurreccionales sin un proyecto de insurrección.
• El resultado de estas protestas ha sido un mundo dominado por la furia y la instrumentalización de los agravios, más propicio para el autoritarismo que para reformas redistributivas.

Conclusión:

El texto de Carlos Bravo Regidor presenta una crítica a las protestas de la década de 2010, destacando su falta de un proyecto político coherente como factor clave para su incapacidad de generar cambios sustanciales. Se apoya en el análisis de Ivan Krastev para argumentar que la indignación moral, sin una visión transformadora, resulta insuficiente para lograr cambios profundos en el sistema político y económico global. El análisis resalta la complejidad de las protestas y la necesidad de una estrategia política más allá de la simple expresión de descontento.