Este texto de Irene Muñoz, escrito el 6 de noviembre de 2024, critica el intento de Miguel Torruco Garza de asumir un rol central en la organización de la Copa Mundial de la FIFA 2026 en México. El artículo argumenta que las acciones de Torruco Garza son impulsadas por el oportunismo político y la búsqueda de protagonismo, más que por la competencia o el servicio público.
Resumen:
Miguel Torruco Garza, recientemente nombrado Director Nacional de Promoción al Deporte y Bienestar por la Presidenta Claudia Sheinbaum, busca posicionarse como coordinador de la Copa Mundial de la FIFA 2026 en México.
Este intento se percibe como un acto de oportunismo político, aprovechando el evento para escalar en su carrera, con el apoyo de su padre, Miguel Torruco Marqués.
Torruco Garza ha prometido a empresarios que el "negocio" del Mundial pasará por su oficina, mostrando una preocupante desconexión con el compromiso institucional y falta de aprobación presidencial.
Su presunción como intermediario con la FIFA, sin la experiencia necesaria en infraestructura, seguridad, turismo y deporte, ha generado malestar en Palacio Nacional, la Secretaría de Turismo (encabezada por Josefina Rodríguez) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (a cargo de Omar García Harfuch).
A pesar de sus intentos previos de posicionamiento político (candidatura a la alcaldía de Miguel Hidalgo, eventos sociales como la Fórmula 1), no ha logrado el impacto deseado.
El texto contrasta la falta de cualificación de Torruco Garza con la experiencia de figuras como Hassan Al-Thawadi (Qatar 2022) y Jerome Valcke (Brasil 2014), quienes fueron elegidos por su trayectoria y competencia.
La gestión de Miguel Torruco Marqués en la Secretaría de Turismo se utiliza como ejemplo de cómo la improvisación y la búsqueda de reflectores perjudican el desarrollo institucional.
La ambición de Torruco Garza se considera un intento de prolongar el poder familiar, poniendo en riesgo la organización del Mundial y la imagen de México.
Conclusión:
El texto de Irene Muñoz presenta una fuerte crítica a las aspiraciones de Miguel Torruco Garza, argumentando que su intento de liderar la organización de la Copa Mundial de la FIFA 2026 en México está motivado por el oportunismo político y la búsqueda de poder familiar, en detrimento del servicio público y la eficiencia en la gestión de un evento de magnitud internacional. La autora advierte sobre los riesgos de confiar un evento de tal envergadura a una figura carente de la experiencia y competencia necesarias.
