Este texto, escrito por Salvador Guerrero Chipres el 30 de noviembre de 2024, analiza el papel de la tecnología, específicamente la videovigilancia en la Ciudad de México (CDMX), en la lucha contra la violencia de género. Se argumenta que si bien la tecnología es una herramienta útil, no es suficiente por sí sola y requiere de una perspectiva de género y la participación ciudadana para ser efectiva.
Resumen:
La violencia de género requiere de una comunidad respetuosa de los derechos de las mujeres y una capacidad institucional para inhibir y sancionar el delito. La ciudadanía solidaria y la generación de pruebas son cruciales.
La tecnología, incluyendo la videovigilancia, tiene sesgos inherentes. Su diseño y aplicación deben incorporar la perspectiva de género para identificar comportamientos inusuales relacionados con la violencia contra las mujeres.
En la CDMX, se está implementando una nueva era de videovigilancia, que incluye el uso del C5 (Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano) y líneas de denuncia como el 911 y SOS Mujeres *765.
El vandalismo de un "acosómetro" en el C5 ilustra la necesidad de una transformación del rol de agresores y encubridores.
El testimonio visual de la videovigilancia contrarresta la defensa común de los agresores ("es tu palabra contra la mía"). Los datos del C5 muestran más de 279 mil reportes relacionados con violencia entre 2022 y 2024, incluyendo un 45% de casos de mujeres en la Línea Antiextorsión 55 5630 3301.
La Jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, ha implementado 25 acciones para fortalecer los resultados, incluyendo el monitoreo de posibles agresiones desde el C5 y la incorporación de la perspectiva de género en la recopilación de datos.
La aplicación de una visión de género en la videovigilancia permite identificar patrones de violencia que la estadística tradicional no capta, como espacios peligrosos según horarios y ubicación.
La videovigilancia, aunque útil, no erradica la violencia por sí sola. Se necesita un cambio de actitud y un abordaje que incluya la gestión de datos desagregados con enfoque de género en el C5.
Conclusión:
El texto de Guerrero Chipres destaca la importancia de una estrategia multifacética para combatir la violencia de género, que combine la tecnología con una perspectiva de género, la participación ciudadana y una fuerte capacidad institucional. La videovigilancia, aunque una herramienta valiosa, es solo un componente de una solución más amplia y compleja.
