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Este texto analiza las potenciales consecuencias económicas de los aranceles propuestos por Donald Trump en Estados Unidos, centrándose en el impacto en la industria automotriz y las implicaciones para las relaciones entre México y Estados Unidos. Se explora la estrategia de México para contrarrestar estas medidas, incluyendo la participación de empresas estadounidenses y la comunicación directa con Trump.

Resumen:

• Los aranceles propuestos por Trump causaron una caída significativa en las acciones de General Motors (casi 9%), con pérdidas de capitalización de alrededor de 6 mil millones de dólares. Stellantis y Ford también sufrieron pérdidas, aunque menores.
• Mary Barra, CEO de General Motors, previamente había advertido sobre los peligros de una guerra comercial.
• Suzanne Clark, presidenta y CEO de la US Chamber, se reunió con la presidenta Claudia Sheinbaum para explorar oportunidades de inversión en México.
• El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, presentó un análisis que muestra un aumento promedio de 3 mil dólares en el precio de las camionetas pick-up si se implementan los aranceles.
• Algunos análisis predicen una posible recesión en Estados Unidos en caso de una guerra comercial, con consecuencias aún peores para México.
• Ebrard interpreta el anuncio de Trump como una invitación a negociar, considerando que se hizo un mes y 23 días antes de su toma de posesión.
• Una conversación telefónica entre la presidenta Sheinbaum y Trump se considera un primer paso en el diálogo, aunque la interpretación de Trump sobre el compromiso de Sheinbaum en cuanto a la migración podría ser diferente a la realidad.
• El texto destaca la importancia de contar con el apoyo de empresas y organizaciones influyentes en Estados Unidos para contrarrestar la presión de Trump.

Conclusión:

El texto presenta una situación compleja en la que las consecuencias económicas de las políticas de Trump son significativas, tanto para Estados Unidos como para México. La estrategia de México se centra en la negociación y en el aprovechamiento de las preocupaciones de las empresas estadounidenses para influir en la decisión final de Trump. El éxito de esta estrategia dependerá de la capacidad de México para comunicar eficazmente sus argumentos y para navegar las complejidades de la negociación con Trump.