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Este texto de Iván Restrepo, escrito el 25 de noviembre de 2024, analiza la 29ª Conferencia de las Partes (COP29) sobre el clima celebrada en Bakú, Azerbaiyán, y sus resultados decepcionantes en relación con la lucha contra el cambio climático. El artículo critica la contradicción entre las declaraciones de apoyo a las energías renovables y la continua dependencia de los combustibles fósiles por parte del país anfitrión y otros participantes.

Resumen:

• Se cumplen 13 años de la retirada de una estatua de Heydar Aliyev del Paseo de la Reforma en Ciudad de México.
• La COP29, celebrada en Bakú, estuvo marcada por la ausencia de figuras destacadas de varios gobiernos, incluyendo el de Francia, donde se firmó el Acuerdo de París.
• Azerbaiyán, bajo el gobierno de Ilham Aliyev, aumentará su producción de combustibles fósiles en los próximos 10 años, contradiciendo el Acuerdo de París.
• La presidencia de la COP29 estuvo a cargo de Muxtar Babayev, ex dirigente de Socar, la empresa estatal de petróleo y gas de Azerbaiyán.
• Ilham Aliyev criticó a los países occidentales por cuestionar los recursos petroleros de su país, calificándolos de "regalo de Dios". Antonio Guterres, secretario general de la ONU, respondió calificando de absurda la estrategia de duplicar el uso de combustibles fósiles.
• Más de 2400 delegados de la COP29 estaban asociados con la industria de combustibles fósiles. El futuro presidente de Estados Unidos y sus colaboradores niegan el cambio climático.
• La COP29 logró un acuerdo para que los países ricos aporten 300 mil millones de dólares anuales a partir de 2035 para ayudar a los países en desarrollo a reducir emisiones y adaptarse al cambio climático, una cifra inferior a las necesidades reales.
• La cumbre ignoró la urgencia de reducir las emisiones de combustibles fósiles.
• Los países deben presentar el próximo año sus compromisos para limitar el calentamiento global a menos de 2 grados Celsius para 2050, a pesar de que estamos cerca de alcanzar ese límite.

Conclusión:

El texto de Iván Restrepo destaca la hipocresía y la falta de ambición en la COP29, donde los intereses económicos de los países productores de combustibles fósiles prevalecieron sobre la necesidad urgente de abordar el cambio climático. La cumbre, celebrada en Bakú, resultó decepcionante al no lograr compromisos significativos para reducir las emisiones y al mostrar la persistente dependencia de los combustibles fósiles a pesar de las consecuencias ambientales. El artículo pone de manifiesto la brecha entre las declaraciones políticas y la realidad de la acción climática.