Este texto de Peniley Ramírez, publicado el 23 de noviembre de 2024 en REFORMA, analiza la grave crisis financiera de Pemex y su impacto en las finanzas públicas de México. El artículo destaca la creciente interdependencia entre la deuda de Pemex y la deuda soberana del gobierno federal, generando incertidumbre en los mercados internacionales.
Resumen:
La crisis de Pemex, que incluye la incapacidad de pagar a sus proveedores, es solo la punta del iceberg de una crisis más profunda arraigada en años de corrupción, malas inversiones (como en refinación) y una deuda creciente.
Los reportes financieros de Pemex revelan una situación crítica, admitiendo "incertidumbre material" sobre su capacidad de continuar operando. La empresa atribuye su crisis a pérdidas recurrentes, patrimonio negativo y dificultades para acceder a financiamiento.
El gobierno federal ha inyectado más de 300 mil millones de pesos a Pemex en los últimos dos años, además de autorizar créditos fiscales por más de 171 mil millones de pesos, para cubrir deudas y financiar proyectos como la refinería de Dos Bocas.
Esta ayuda gubernamental, que utiliza las tasas soberanas, está oscureciendo la situación financiera real de Pemex, creando confusión entre los inversionistas internacionales en Nueva York y otros mercados. Marco Oviedo, experto en deuda pública y estratega para América Latina de XP Investments, confirma esta incertidumbre.
La falta de transparencia sobre la relación financiera entre Pemex y el gobierno federal está afectando negativamente la calificación crediticia de México, dificultando y encareciendo el acceso a préstamos internacionales.
El futuro de Pemex parece incierto, con la empresa enfrentando la necesidad de reducir su deuda, obtener financiamiento sin aumentar la deuda pública y pagar deudas vencidas, todo ello mientras admite una "duda sustancial" sobre su capacidad de seguir operando. Los contratistas afectados son los que más sufren las consecuencias.
Conclusión:
El artículo de Peniley Ramírez revela una situación alarmante en la que la crisis de Pemex ya no es un problema aislado, sino que se ha convertido en un riesgo sistémico para las finanzas públicas de México. La falta de transparencia y la creciente interdependencia entre la deuda de Pemex y la deuda soberana están generando incertidumbre en los mercados internacionales y amenazan la estabilidad económica del país. La situación requiere una solución urgente y transparente para evitar consecuencias aún más graves.