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El texto de Federico Ponce Rojas, escrito el 23 de noviembre de 2024, analiza la Revolución Mexicana y su legado en la actualidad, contrastando el ideal de justicia social con la persistente violencia en México. El autor utiliza citas históricas y datos estadísticos para apoyar su argumento.

Resumen:

• Se conmemora el 114 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, iniciada por el descontento popular hacia la dictadura de Porfirio Díaz.
• La Revolución Mexicana produjo una transformación de las estructuras políticas, sociales y económicas de México.
• La Constitución de 1917, resultado del Congreso Constituyente, fue un intento de abolir la dictadura, fortalecer la soberanía y proteger los derechos humanos.
• La Constitución se considera el motor de la reconstrucción nacional, buscando la unión más allá de las diferencias étnicas, religiosas y políticas. Se menciona la importancia de la memoria histórica, incluso la mitificada, en la construcción de una identidad nacional, destacando la figura del doctor Ricardo Sodi.
• La Revolución Mexicana es presentada como una suma de eventos, leyendas y mitos, con diversas facciones revolucionarias (zapatistas, villistas, carrancistas, delahuertistas, federales) con grandes divergencias ideológicas.
• Se critica el ataque a la Constitución y a sus instituciones con reformas contrarias al espíritu democrático republicano, en un contexto de inseguridad y descontento.
• Se cita una frase de Álvaro Obregón sobre el fin de la violencia, contrastándola con la persistencia de la violencia en México desde entonces.
• Se presentan datos sobre la alta cifra de muertes durante la Revolución Mexicana y las cifras de homicidios dolosos en gobiernos recientes, mostrando la continuidad de la violencia.

Conclusión:

El texto de Federico Ponce Rojas establece una conexión entre el ideal revolucionario de justicia social y la realidad actual de violencia en México. El autor argumenta que, a pesar de los avances constitucionales, la violencia persiste como un problema estructural que contradice el espíritu de la Revolución Mexicana. La cita de Álvaro Obregón sirve como un punto de partida para reflexionar sobre la fallida promesa de paz y la necesidad de abordar las causas profundas de la violencia en el país.