Este texto de Héctor Aguilar Camín, escrito el 21 de noviembre de 2024, analiza la persistencia de las mistificaciones históricas de la Revolución Mexicana y su influencia en la cultura política de México, particularmente en el contexto de la llamada 4T. El autor argumenta que la visión oficial de la Revolución ha creado una narrativa que persiste hasta nuestros días, a pesar de sus contradicciones e impactos negativos.
Resumen:
El pensamiento oficial posrevolucionario ha construido una versión irreal de la Revolución Mexicana, añadiendo significados y proyectos que se han integrado a la narrativa histórica popular.
El nacionalismo revolucionario generó mitos resistentes a la crítica, como la idealización del ejido como símbolo de justicia agraria, a pesar de su ineficiencia.
Se glorificaron monopolios estatales ineficientes y corruptos como baluartes del nacionalismo y la soberanía, incluyendo ferrocarriles, líneas aéreas, bancos y la compañía telefónica.
La creencia en la propiedad pública del petróleo y el control gubernamental de la energía eléctrica como pilares de la nacionalidad y la buena economía persiste hasta hoy.
Esta ideología nacional, basada en la Revolución Mexicana, sigue siendo un horizonte mental dominante en México, influyendo profundamente en la cultura política.
La 4T ha revivido con fuerza este pensamiento oficial, lo cual Aguilar Camín considera una desgracia.
El horizonte ideológico de la Revolución Mexicana se caracteriza por ser corporativo, poco liberal y poco democrático, con un trasfondo demagógico y populista.
Si bien el nacionalismo revolucionario original coincidió con una época de estabilidad política y crecimiento económico (Desarrollo Estabilizador), también protegió realidades negativas como la corrupción, el autoritarismo y la ilegalidad.
El nacionalismo revolucionario de la 4T no parece encaminado a generar estabilidad y crecimiento, sino que ya muestra signos de autoritarismo, corrupción e ilegalidad.
Conclusión:
Héctor Aguilar Camín critica la persistencia de una visión mitificada de la Revolución Mexicana, argumentando que esta narrativa, revivida por la 4T, obstaculiza el desarrollo democrático y la buena gobernanza en México. La perpetuación de esta ideología, según el autor, impide una evaluación crítica del pasado y un futuro más próspero para el país.