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Este texto, escrito por Paulina Rivero Weber el 18 de noviembre de 2024, aborda la controversia generada por una afirmación previa de la autora sobre el respeto a la vida, y cómo esta puede ser malinterpretada en el contexto del debate sobre el aborto. Rivero Weber responde a las preocupaciones de un colega sobre una posible interpretación errónea de sus palabras.

Resumen:

• Paulina Rivero Weber recibe una crítica de un colega, quien le advierte que su frase "Tendría que ser un pecado atentar contra la vida en cualquiera de sus formas" podría ser malinterpretada como oposición al derecho al aborto.
• La autora reconoce la validez de la crítica, argumentando que la extensión del respeto a la vida a todos los seres vivos es imposible, ya que no todos los seres vivos requieren o merecen el mismo nivel de consideración (ej: amebas, parásitos).
• Cita a Albert Schweitzer, afirmando que la vida se alimenta de vida, por lo que no se puede respetar toda vida por igual.
• Reconoce la necesidad de respetar entidades no vivas como bosques, selvas, mares, aire y tierra.
• Clarifica que el debate sobre el aborto se centra en la extensión de las consideraciones a seres sintientes, señalando que un feto de 12 semanas, límite legal en México, no tiene capacidad de sentir, apoyándose en estudios del Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos del Reino Unido.
• Afirma que el debate sobre el aborto no debería plantearse como estar a favor o en contra, sino como una necesidad y un derecho de la mujer en situaciones extremas. El aborto no es un gusto, sino una opción extrema tomada por necesidad.
• Reformula su postura: las consideraciones o derechos de otros seres terminan donde la propia vida es amenazada, incluyendo la integridad física o mental de una mujer, o amenazas inminentes como mosquitos o pirañas.
• Cita a Alejandro Herrera, quien propone evitar la confrontación con otras especies, pero reconoce que existen situaciones donde se debe optar por una vida sobre otra.

Conclusión:

Paulina Rivero Weber, a través de este texto, aclara su posición sobre el respeto a la vida, diferenciando entre la necesidad de proteger la vida humana, especialmente la de las mujeres, y la imposibilidad de extender este respeto indiscriminadamente a todos los seres vivos. Su aclaración busca evitar malentendidos y contextualizar su postura en el complejo debate sobre el aborto y el respeto a la vida en general.