Este texto analiza la reunión del Grupo de Trabajo de Agricultura del G20, celebrada en la región Centro-Oeste de Brasil, y las conclusiones alcanzadas en cuanto a la necesidad de una agricultura sostenible frente al cambio climático. El texto destaca la importancia de la reunión en un contexto de eventos climáticos extremos y la necesidad de una transformación profunda del sector agroalimentario.
Resumen
La reunión del Grupo de Trabajo de Agricultura del G20, organizada por Brasil, en la región Centro-Oeste, culminó con una declaración de consenso sobre la necesidad de una agricultura sostenible.
Carlos Fávaro, Ministro de Agricultura y Ganadería de Brasil, lideró las negociaciones que llevaron a la aprobación de la declaración por 23 ministros y representantes de casi 50 países.
La declaración reconoce la intensificación del cambio climático y la necesidad de transformar la agricultura para enfrentar sus consecuencias, incluyendo la creciente inseguridad alimentaria.
Se compromete a la extinción del hambre, la inclusión social y la creación de oportunidades económicas para pequeños productores y comunidades vulnerables.
Se destaca la importancia de recuperar pasturas degradadas, usar bioinsumos y tecnologías, y fomentar el comercio local e internacional para el desarrollo económico sostenible, especialmente en países emergentes.
La reunión se llevó a cabo en Mato Grosso, una región clave para la producción de granos en Brasil, que recientemente sufrió una sequía prolongada, ilustrando los desafíos climáticos que enfrenta la agricultura.
El texto menciona la degradación de un tercio de los suelos del planeta y el aumento de desastres naturales y migrantes climáticos como factores que agravan los retos de la agricultura.
Se propone una agenda de transformación basada en la ciencia, la tecnología y la innovación, incluyendo la biofortificación, la biología sintética, la agricultura digital y la biotecnología.
Se enfatiza la necesidad de una nueva generación de políticas públicas que integren la visión ambiental y la corresponsabilidad de gobiernos, sector privado, academia, cooperación internacional y sociedad civil para lograr resultados.
Conclusión
El texto argumenta que la transformación de los sistemas agroalimentarios es crucial para enfrentar el cambio climático y garantizar la seguridad alimentaria mundial. Se requiere una acción conjunta y una agenda ambiciosa que involucre a todos los actores relevantes, aprovechando las oportunidades que ofrecen la ciencia y la tecnología para construir un futuro sostenible. La reunión del G20 en Brasil representa un paso importante en este sentido.