Este texto de Gustavo Fondevila, publicado el 11 de noviembre de 2024 en Reforma, analiza el creciente problema de la extorsión en la Ciudad de México, presentando casos recientes y estadísticas alarmantes sobre su impacto social y la ineficacia de las medidas actuales.
Resumen:
Se reportan dos casos recientes de extorsión en la Ciudad de México: la detención de tres extorsionadores en Iztapalapa y el asesinato de un carnicero en Cuauhtémoc, víctima de extorsión. La detención se logró gracias al seguimiento por videocámaras del C2 Oriente.
Las extorsiones en la CDMX han experimentado un aumento significativo desde 2022, alcanzando niveles históricos en 2023. Según la Envipe (INEGI), se registraron 542,267 extorsiones en 2023, afectando a más de 1.5 millones de capitalinos.
La cifra negra de este delito es extremadamente alta (97.4%, INEGI), y la impunidad es casi total (99.8%, Hallazgos, 2022 - México Evalúa). De las 496 carpetas de investigación en 2023 (concentradas en Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero), solo se detuvo a un mínimo de extorsionadores.
Las extorsiones suelen ser ejecutadas con métodos relativamente simples: una llamada amenazante y una cuenta bancaria. Las bandas utilizan estrategias para dificultar el rastreo, abriendo y cerrando cuentas constantemente.
El sector más afectado son los pequeños negocios y comerciantes de bajos recursos, exacerbando su vulnerabilidad económica y social.
Se menciona una iniciativa fallida para combatir la extorsión a través del control de cuentas bancarias, debido a la falta de colaboración del sistema bancario.
La Jefa de Gobierno, Clara Brugada, anunció una campaña de prevención y una reforma legislativa para tipificar la extorsión como delito de alto impacto.
Conclusión:
El texto de Fondevila revela la gravedad del problema de la extorsión en la Ciudad de México, destacando la ineficacia de las estrategias actuales y la necesidad de medidas más contundentes para combatir este delito, que afecta de manera desproporcionada a los sectores más vulnerables de la población. La falta de colaboración de instituciones como la banca y la alta impunidad son factores cruciales que dificultan la solución del problema.