Los anexos del miedo

Este texto, escrito por Leonardo Schwebel el 8 de Octubre de 2025 en Jalisco, denuncia la proliferación de "anexos" en el área metropolitana de Guadalajara, presentándolos no como centros de rehabilitación, sino como lugares de tortura y abandono para personas con adicciones.

La situación ha empeorado en los últimos 13 años, pasando de torturas inenarrables a muertes inexplicables.

📝 Puntos clave

• Los "anexos" en Guadalajara se han multiplicado debido a la rentabilidad del negocio de la desesperación.
• Estos lugares, disfrazados de centros de rehabilitación, son en realidad mazmorras donde se practica la violencia, el hacinamiento y el abuso.

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• El Estado se desentiende del problema, permitiendo que estos "centros" operen con impunidad.
• El consumo de drogas ha aumentado en Jalisco, afectando a todas las clases sociales y edades.
• La sociedad prefiere "meter al anexo" antes que buscar ayuda real, y las autoridades otorgan permisos sin control.
• Guadalajara es una ciudad adicta y negada, que prefiere el silencio y los parches a enfrentar el problema de raíz.
• Se necesita una política pública integral que incluya atención médica, salud mental y prevención.
• Los anexos son "guaridas y guarderías del infierno" donde se amontonan los olvidados del sistema.
• La sociedad se ha acostumbrado a la violencia y la muerte en estos lugares.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Cuál es el aspecto más negativo que se desprende del texto?

La normalización de la violencia y la muerte en los "anexos", así como la inacción del Estado y la sociedad ante esta problemática. La impunidad con la que operan estos lugares y la falta de alternativas reales para las personas con adicciones son alarmantes.

¿Existe algún aspecto positivo o una posible solución que se vislumbre en el texto?

La denuncia pública de la situación por parte de Leonardo Schwebel y el llamado a la acción para implementar políticas públicas integrales que aborden el problema de las adicciones desde la prevención, la atención médica y la salud mental. El reconocimiento de que Guadalajara es una ciudad adicta y negada es un primer paso para buscar soluciones reales.