El texto de Pedro Ángel Palou, publicado el 31 de octubre de 2024, analiza el evento del domingo pasado en el Madison Square Garden como un reflejo del deterioro de la política estadounidense. Palou argumenta que el evento, en lugar de ser una reunión de propuestas, se convirtió en una plataforma para el racismo, la misoginia y la retórica extremista.
Resumen
Donald Trump, acompañado de figuras influyentes, dirigió ataques despectivos contra minorías, inmigrantes y la vicepresidenta Kamala Harris, revelando un giro peligroso y extremo en la línea del Partido Republicano.
Un supuesto comediante lanzó comentarios racistas y burlones sobre Puerto Rico y la comunidad latina, reforzando un estigma contra los latinos y reflejando el desprecio hacia una parte significativa de la población estadounidense.
Otros oradores del evento, como Hulk Hogan, hicieron uso de un lenguaje incendiario y divisivo. Pastores sosteniendo cruces en alto lanzaron discursos cargados de amenazas, presentándose como los únicos representantes de los “verdaderos valores” estadounidenses y demonizando a quienes se oponen a Trump.
Los ataques misóginos se intensificaron cuando un millonario aliado de Trump sugirió que Kamala Harris estaba “controlada por sus proxenetas,” un insulto no solo dirigido a ella, sino también a cualquier mujer que desafíe el status quo.
El evento evocó inevitablemente el mitin pro-nazi de 1939 en el mismo Madison Square Garden, cuando miles de simpatizantes se reunieron para celebrar una visión totalitaria y xenófoba.
La base de Trump, conocida como MAGA, ha crecido hasta convertirse en una fuerza fanática, dispuesta a abrazar cualquier declaración, por absurda o peligrosa que sea, que les permita aferrarse a la imagen de un líder fuerte y vengador.
Trump está pintando un futuro de represalias y división que podría llevar a los Estados Unidos a una crisis institucional y social sin precedentes.
Los aliados de Trump están preparando el terreno para desafiar cualquier resultado electoral desfavorable, sugiriendo un camino hacia un posible golpe contra el sistema democrático.
La reacción de los medios de comunicación a esta manifestación de odio y extremismo ha sido, en su mayoría, desconcertantemente apática. Algunos de los medios más influyentes, como The Washington Post, han optado por mantenerse en una posición neutral.
Conclusión
Palou concluye que la democracia estadounidense se encuentra en un momento crítico y que es vital que la oscuridad del odio y la intolerancia no sea la que prevalezca. La democracia necesita defensores comprometidos que desafíen este discurso de odio y velen por el futuro no solo de Estados Unidos sino del mundo y la geopolítica tal y como la conocemos.