El texto analiza la posibilidad de crear una proveeduría pública-privada para impulsar el crecimiento económico de un país. El autor argumenta que este modelo puede ser un motor clave para la economía y el bienestar de la población, y propone una serie de elementos para su implementación.
Resumen
Se requiere un ecosistema de colaboración transparente y basado en tecnología entre el sector público, las empresas privadas y los emprendedores.
El sector público debe facilitar el acceso a infraestructuras básicas y desarrollar una plataforma digital de abastecimiento transparente que utilice inteligencia artificial (IA) y blockchain para optimizar las operaciones y promover la confianza.
Se necesita financiamiento mixto para incentivar la innovación, con fondos públicos para proyectos estratégicos y inversión privada en innovación.
La proveeduría debe tener un compromiso con la sostenibilidad, priorizando productos y servicios que cumplan con criterios ambientales.
Se debe fortalecer la producción local y reducir la dependencia externa, priorizando el abastecimiento de productos locales e incentivando la capacitación de talento local.
Se requiere inversión en capacitación y tecnología para mejorar la producción y calidad de los productos nacionales, así como la creación de clusters regionales de abastecimiento.
La nueva Secretaría de Ciencia y Tecnología debe desarrollar plataformas para recopilar y analizar datos sobre la demanda y el impacto de la proveeduría.
En materia de energía, se deben desarrollar proveedores que impulsen mecanismos de almacenamiento de energía eléctrica para regular el precio de la energía.
Conclusión
El autor concluye que la proveeduría pública-privada puede ser un modelo exitoso para el crecimiento económico inclusivo y sostenible, y que se deben utilizar los esquemas de proveeduría público-privados de países como Estados Unidos, China y Europa como base para un nuevo acuerdo para el crecimiento económico del país.