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El texto analiza la incertidumbre en los mercados financieros ante las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 5 de noviembre de 2024, en el contexto de las reuniones anuales de otoño del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en Washington.

Resumen

• Las reuniones del FMI y el BM se llevaron a cabo en medio de la creciente ansiedad por el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
• La mayoría de las encuestas muestran una reñida carrera entre Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris.
• Las plataformas de predicciones electorales como Polymarket anticipan un escenario de "barrida roja" o "red sweep", favoreciendo a Trump.

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• Un posible regreso de Trump a la Casa Blanca podría generar una explosión de medidas proteccionistas en la política comercial de Estados Unidos.
• El economista en jefe para América Latina del banco Barclays, Gabriel Casillas, afirma que el 80% de los inversionistas asistentes a las reuniones del FMI y el BM creen que Trump ganará.
• La solidez del dólar se refleja en el debilitamiento del peso mexicano.
• Casillas advierte que un triunfo de Trump con "carro completo" (mayoría en el Congreso) sería un riesgo aún mayor para los mercados.
• Se plantean dos escenarios adicionales:
  • Un resultado muy ajustado que retrase la declaración del ganador, similar a las elecciones de 2000 entre Al Gore y George W. Bush.
  • Una derrota de Trump por un margen mínimo que lo lleve a denunciar fraude electoral, lo que podría generar descontento social y violencia.
• La incertidumbre sobre el resultado de las elecciones genera una elevada volatilidad en los mercados financieros.

Conclusión

El texto destaca la incertidumbre que rodea las elecciones presidenciales de Estados Unidos y su impacto en los mercados financieros. La posibilidad de un regreso de Donald Trump a la presidencia, junto con la posibilidad de un resultado ajustado o un rechazo de los resultados por parte de Trump, genera una gran preocupación entre los inversionistas. La situación se considera un riesgo importante para la economía global, especialmente para países como México que tienen una estrecha relación comercial con Estados Unidos.