El texto analiza la influencia de la filosofía de juego de Diego Simeone, conocido como El Cholo, en el Atlético de Madrid. El texto argumenta que la intensidad y la agresividad que caracteriza al equipo, aunque ha llevado al éxito, también ha generado comportamientos negativos.
Resumen
El Cholo Simeone ha inculcado una mentalidad de intensidad y agresividad en el Atlético de Madrid, lo que ha llevado a la recuperación de la competitividad del equipo.
Esta mentalidad, conocida como "cholismo", ha generado una identidad rojiblanca que se caracteriza por la furia y la intensidad en cada partido.
Sin embargo, el "cholismo" también ha sembrado las condiciones para encontronazos y disputas innecesarias, lo que ha generado rivalidades agresivas.
La intensidad argentina que Simeone ha inyectado al equipo, aunque dependiente de la garra más que de la calidad futbolística, ha llevado al Atlético de Madrid a dos finales de la Champions League y a dos títulos de La Liga.
El lado oscuro de esta intensidad es que eleva el nivel de agresividad en cada balón disputado, lo que puede llevar a una sobrecarga de tensiones.
El partido contra el Real Madrid el 29 de septiembre en el Metropolitano es un ejemplo de cómo la agresividad del Atlético de Madrid puede generar incidentes.
La afición colchonera reaccionó negativamente al gol de Éder Militao, arrojando objetos a Thibaut Courtois por su celebración provocativa.
Este tipo de comportamientos son un reflejo de la enseñanza de Simeone, que no da espacio para el respiro ni la serenidad futbolística.
La filosofía de Simeone considera cada partido como una batalla que debe ser disputada con intensidad y agresividad, lo que puede llevar a comportamientos agresivos.
El "cholismo" mantiene a los jugadores en una olla de presión, lo que puede llevar a que pierdan la cabeza en situaciones de tensión.
Los jugadores que han sido adoctrinados por la filosofía de Simeone pueden justificar cualquier comportamiento agresivo en el contexto de un partido que consideran como el último.
Conclusión
El texto argumenta que la intensidad y la agresividad que caracteriza al Atlético de Madrid bajo el mando de Diego Simeone, aunque ha llevado al éxito, también ha generado comportamientos negativos. La filosofía de Simeone, que considera cada partido como una batalla, puede llevar a una sobrecarga de tensiones y a comportamientos agresivos.