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El texto analiza el discurso de toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta de México, destacando su enfoque en la continuidad del legado de Andrés Manuel López Obrador.

Resumen

• Sheinbaum dedicó gran parte de su discurso a elogiar a López Obrador, llamándolo "grande", "el dirigente político y social más importante de la historia moderna", y "el presidente más querido".
• Su discurso fue un homenaje a la "cuarta transformación" y a la figura de López Obrador, con frases y palabras que repetían su ideología.
• Sheinbaum no mencionó ni mostró empatía por las víctimas del sexenio más sangriento de la historia de México.
• Se centró en la continuidad de los programas sociales de López Obrador, como la pensión universal, las becas Benito Juárez, Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, IMSS Bienestar y el Tren Maya.
• Sheinbaum negó la militarización del país y la construcción de un régimen autoritario, argumentando que "nosotros somos demócratas".
• Anunció un programa de transición energética hacia fuentes renovables de energía, lo que podría ser un punto de quiebre con la política energética de López Obrador.
• La parte final del discurso, dedicada al tiempo de las mujeres, fue la mejor, porque no parecía estar hablando AMLO, sino por primera vez la presidenta de México.
• La reacción del público al final del discurso fue dirigida a López Obrador, no a Sheinbaum.

Conclusión

El discurso de Sheinbaum fue un claro mensaje de continuidad con el legado de López Obrador, con un enfoque en la celebración de su figura y la "cuarta transformación". Su discurso no ofreció un mensaje de unidad o consenso, sino que reforzó la polarización política en México. La única oposición que Sheinbaum parece reconocer es la de los socios comerciales y los accionistas, lo que sugiere que su gobierno seguirá priorizando la agenda económica y política de López Obrador.