De ciclones y vendavales

El texto de María Luisa Herrera Casasús, fechado el 18 de Octubre del 2025, reflexiona sobre la memoria colectiva de los habitantes de la Huasteca con respecto a los ciclones, particularmente en Tampico y Cd. Madero. Se destaca la tendencia a olvidar los peligros pasados y la importancia de la prevención ante futuros eventos climáticos.

El texto resalta la resiliencia de los habitantes de Tampico ante las adversidades climáticas.

📝 Puntos clave

• Los habitantes de la Huasteca están familiarizados con los ciclones, aunque existe la creencia popular de que los extraterrestres los protegen.
• Existe una tendencia a construir en zonas de riesgo, como riberas de ríos y rellenos de cauces naturales, a pesar de la historia de inundaciones.

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• Se mencionan ciclones históricos significativos, como los de 1897, 1933, 1955 y 1996, siendo los de 1933 y 1955 los más devastadores para Tampico y Cd. Madero.
• El ciclón de 1933 quedó registrado en un corrido popular que describe la tragedia y el sufrimiento de la población.
• El ciclón de 1955 generó una gran respuesta de solidaridad nacional e internacional, incluyendo la ayuda del portaaviones Saipán de Estados Unidos.
• Después del ciclón de 1955, se construyeron obras de defensa como el Bordo de Defensa y el cárcamo de Lomas de Rosales.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué aspectos negativos se pueden identificar en el texto?

La principal crítica es la recurrente falta de memoria y la despreocupación ante los riesgos naturales. A pesar de la historia de ciclones devastadores, la población continúa construyendo en zonas vulnerables, lo que aumenta el riesgo de futuras tragedias.

¿Qué aspectos positivos se pueden destacar del texto?

El texto resalta la resiliencia y el sentido del humor de los habitantes de Tampico frente a la adversidad. También destaca la solidaridad mostrada por la comunidad nacional e internacional en momentos de crisis, como la ayuda recibida tras el ciclón de 1955.