El texto de Gabriel Torres Espinoza del 17 de octubre de 2024 analiza la creación de la Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de Personas (SIBP) en Jalisco, cuestionando su efectividad para abordar la crisis de desapariciones en la entidad.
Resumen:
La SIBP se presenta como una respuesta a la presión social, pero se cuestiona si realmente ataca las causas estructurales de la crisis de desapariciones.
La creación de la SIBP se critica por ser una capa más de burocracia sin abordar la ineficiencia, la impunidad y la falta de recursos en las instituciones de justicia y seguridad.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEPAD) y 250 organizaciones critican la falta de transparencia y la ausencia de un proceso de parlamento abierto en la creación de la SIBP.
Se destaca que la creación de nuevas instituciones no es un sustituto de las soluciones profundas que se necesitan para garantizar el acceso a la justicia.
La Fiscalía del Estado enfrenta un rezago de más de medio millón de investigaciones pendientes, lo que genera desconfianza en las instituciones de procuración de justicia.
La SIBP se enfoca en la prevención a través de inteligencia y tecnología, pero no necesariamente ataca las causas estructurales de la crisis de desapariciones.
Se argumenta que la desaparición de personas es un mecanismo para ejercer control, eliminar a los disidentes y alimentar las filas del crimen organizado.
Se requiere una transformación radical de las instituciones existentes, un enfoque en la rendición de cuentas y un compromiso real con la justicia.
Se cuestiona si la SIBP es una estrategia genuina para enfrentar la crisis o una maniobra política para proyectar una imagen de acción.
Conclusión:
El texto concluye que la creación de la SIBP puede ser vista como un esfuerzo por aparentar eficiencia, pero sin una adecuada asignación de recursos, capacitación y voluntad política para enfrentar las causas estructurales de la crisis, estas entidades tienden a perpetuar los mismos problemas que buscan resolver.