El texto de la columna invitada de Dania Ravel, publicada en El Heraldo de México el 15 de octubre de 2024, celebra el 71 aniversario del sufragio femenino en México, ocurrido el 17 de octubre de 1953. La autora destaca la importancia de este hito en la historia del país y reflexiona sobre los avances y desafíos en materia de paridad de género.
Resumen
El texto sitúa el logro del sufragio femenino en el contexto del "Milagro Mexicano" y la consolidación de la Organización de las Naciones Unidas como promotora de los derechos humanos.
Se menciona que el voto femenino en el ámbito municipal se había reconocido en 1947, pero el sufragio universal para las mujeres en 1953 marcó un avance significativo en la participación política femenina.
Se destaca la figura de Aurora Jiménez, la primera diputada federal en la historia de México, y se mencionan a otras mujeres que ocuparon cargos de representación en la década de 1950, como Remedios Ezeta, Marcelina Galindo, Margarita García, María Guadalupe Urzúa, María Lavalle Urbina y Alicia Arellano Tapia.
Se menciona a Griselda Álvarez como la primera mujer gobernadora de México, electa en Colima en 1979.
Se reconoce el avance en materia de paridad de género con la introducción de cuotas de género en las candidaturas, primero con una proporción de 30%-70% y posteriormente modificada a 40%-60%.
Se destaca la importancia de las reformas político-electorales de 2014 y 2019, que elevaron a rango constitucional el principio de paridad en las postulaciones del Congreso de la Unión y Congresos locales.
La autora concluye con un llamado a la acción para asegurar que las mujeres puedan participar en política libres de violencia, que los partidos políticos impulsen liderazgos femeninos y que la sociedad se alinee a valores democráticos con perspectiva de género.
Conclusión
La columna de Dania Ravel es un llamado a la reflexión sobre la importancia del sufragio femenino en México y la necesidad de continuar trabajando para lograr la igualdad de género en la política. La autora destaca los avances logrados en las últimas décadas, pero también reconoce que aún queda mucho por hacer para garantizar la participación plena y equitativa de las mujeres en la vida pública.
