El texto de Denise Dresser en Reforma del 14 de Octubre de 2024 critica la reforma judicial en México, argumentando que es un proceso doloroso, surreal y decadente.
Resumen:
Dresser coincide con el jurista argentino Roberto Gargarella en que la reforma judicial es un proceso doloroso por la remoción injustificada de cientos de jueces y el fin de la carrera judicial.
La reforma es surreal por los pésimos argumentos del oficialismo y la rapidez del proceso, que debió ser debatido y consensado.
La reforma es decadente por el espectáculo que se vivió en el Senado, donde se modificaron las reglas sobre la marcha y se usó una tómbola para elegir jueces, lo que convirtió a México en el hazmerreír del mundo.
Dresser critica que la reforma judicial, bajo el argumento de la "democratización", busca la colonización del Poder Judicial y su captura política.
La reforma destruye la vida de personas que le apostaron a la carrera judicial, quienes ahora se enfrentan a un sistema que busca jueces sumisos al gobierno.
Dresser considera surreal la utilización de una tómbola para elegir jueces, así como la minimización de su efecto discriminatorio contra las mujeres por parte de la senadora Malú Micher.
Dresser critica el apoyo de Claudia Sheinbaum a la reforma, a pesar de que la experiencia en Bolivia con un sistema similar fue un fracaso.
Dresser considera decadente la idea de que la reforma judicial nos convertirá en la Grecia antigua, ya que un juez electo por voto popular podría definir el destino de una persona sin que se conozca su independencia o conocimientos jurídicos.
Conclusión:
Dresser concluye que la reforma judicial en México no busca mejorar la justicia, sino que busca someter al Poder Judicial al partido en el gobierno, lo que convierte a México en un país donde la justicia está dominada por una mafia en el poder.