El texto de Alejandra Loya Guerrero, escrito el 1 de Octubre del 2024, analiza las implicaciones de género en la reforma judicial mexicana, específicamente en la elección de jueces y magistrados por voto popular.
Resumen:
La reforma judicial, establecida en el artículo 96 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, introduce la elección directa y secreta de jueces y magistrados por la ciudadanía.
La reforma no contempla una perspectiva de género en la integración de las listas de candidatos ni en la elección de los ganadores.
La falta de acciones afirmativas para garantizar la paridad de género podría perpetuar la subrepresentación de mujeres en puestos judiciales.
Se menciona el concepto de "pisos pegajosos", que describe las barreras invisibles que limitan el avance de las mujeres en el ámbito profesional, incluyendo el sistema judicial.
Se identifican dos problemas principales:
Las mujeres enfrentan una desventaja en el acceso a redes de influencia y apoyo político, históricamente dominadas por hombres.
Los estereotipos de género que asocian a los hombres con cualidades de liderazgo y a las mujeres con características que las hacen menos aptas para el rol de juez.
La falta de modelos femeninos en puestos judiciales refuerza la percepción de que el sistema judicial es un espacio masculino.
Se argumenta que la elección popular podría perpetuar la subrepresentación de mujeres en puestos de poder dentro del sistema judicial, a pesar de la incorporación de la paridad de género en la carrera judicial en 2021.
Se menciona que el Consejo de la Judicatura Federal implementó acciones afirmativas para promover la participación de mujeres en puestos judiciales, como concursos de oposición exclusivos para mujeres.
Conclusión:
El texto de Alejandra Loya Guerrero destaca la importancia de considerar la perspectiva de género en la reforma judicial mexicana. La falta de acciones afirmativas para garantizar la paridad de género podría perpetuar la subrepresentación de mujeres en puestos judiciales, lo que podría afectar la imparcialidad y la justicia del sistema judicial. Se requiere un enfoque integral que aborde las barreras estructurales y los estereotipos de género para lograr una representación equitativa de mujeres y hombres en el sistema judicial.