El texto de Jesús Sesma Suárez, escrito el 9 de enero de 2025, analiza la estrecha relación entre el deterioro ambiental y la pobreza en las ciudades, utilizando la Ciudad de México como caso de estudio. Se destaca la desigualdad en el acceso a servicios básicos y la capacidad de respuesta ante los desafíos ambientales entre las diferentes zonas de la ciudad.
Más de 22 millones de personas en la zona metropolitana del país viven atrapadas en el ciclo de daño ambiental y baja calidad de vida.
Resumen:
Las ciudades concentran la mayor parte de las emisiones contaminantes y residuos, afectando desproporcionadamente a las poblaciones de bajos ingresos.
En la Ciudad de México, cerca de 9 millones de habitantes, aproximadamente la mitad, viven en condiciones de desarrollo bajo o muy bajo, según el Índice de Desarrollo Social del Consejo de Evaluación (Evalúa). Hay una gran disparidad entre alcaldías como Benito Juárez, Coyoacán y Miguel Hidalgo (con mejores niveles de desarrollo) y Milpa Alta, Xochimilco y Tláhuac (con los niveles más bajos).
Las zonas vulnerables sufren más los efectos del daño ambiental al vivir cerca de basureros, aguas contaminadas o zonas industriales, con menor acceso a servicios básicos como agua limpia, transporte y espacios verdes.
Las zonas privilegiadas tienen mejor infraestructura y acceso a servicios para mitigar los efectos del daño ambiental.
La pobreza limita el acceso a tratamientos médicos y servicios esenciales, obligando a soluciones costosas y poco sostenibles que dañan el medio ambiente.
Se necesitan políticas urbanas que rompan el ciclo de daño ambiental y baja calidad de vida, garantizando acceso a servicios básicos y desarrollando infraestructura sostenible.
La gestión de Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno impulsó la movilidad sustentable, reconocida con el Sustainable Transport Award 2025. La actual jefa de Gobierno, Clara Brugada, continúa con esta línea.
La educación ambiental y la participación comunitaria son claves para soluciones más sostenibles e inclusivas.
El daño ambiental urbano es un detonante de pobreza que profundiza las desigualdades sociales, requiriendo un enfoque integral que combine políticas ambientales y sociales.
Conclusión:
Es urgente implementar políticas urbanas integrales que aborden simultáneamente el daño ambiental y la pobreza.
La inversión en infraestructura sostenible, acceso a servicios básicos y educación ambiental son cruciales.
La participación ciudadana es fundamental para lograr soluciones efectivas y duraderas.
El éxito de iniciativas como la movilidad sustentable en la Ciudad de México demuestra la posibilidad de un desarrollo urbano más justo y sostenible.
