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Este texto, escrito por Octavio Aburto-Oropeza el 13 de Enero de 2025, analiza la conexión entre los incendios devastadores en Los Ángeles, California, y los ciclos climáticos oceánicos, enfatizando la necesidad de una mejor adaptación humana.

Los incendios de Palisades y Eaton en Los Ángeles fueron dos de los cinco más destructivos en la historia de California.

Resumen:

• Los incendios de Palisades y Eaton en Los Ángeles fueron catastróficos, destruyendo miles de estructuras y representando un patrón repetitivo amplificado por el cambio climático.
• Las condiciones ideales para los incendios incluyeron maleza acumulada, un invierno seco y fuertes vientos Santa Ana (más de 120 kilómetros por hora).
• El fenómeno de El Niño y La Niña influye en las temperaturas oceánicas y los patrones climáticos, creando ciclos de sequía y lluvias intensas que afectan la vegetación.
• Durante La Niña, el océano se enfría, aumentando la productividad de microalgas que alimentan a peces y aves marinas, las cuales fertilizan los suelos desérticos al anidar.
• Durante El Niño, las lluvias inundan el continente, transportando nutrientes desde las montañas a los manglares.
• La construcción de infraestructuras en zonas propensas al fuego, aunada a la falta de políticas de prevención, agrava la situación.
• Se dispone de herramientas como estaciones meteorológicas y mapas de riesgo para predecir y mitigar los incendios, pero la falta de acción es preocupante.
• La adaptación requiere esfuerzo e inversión, pero ignorar el problema solo empeorará las consecuencias.

Conclusión:

• La naturaleza se adaptará a los ciclos climáticos, pero la capacidad humana para hacerlo es cuestionable.
• La ciencia ofrece soluciones, pero la implementación depende de la acción humana.
• Es necesario integrar las lecciones aprendidas en las políticas y hábitos diarios para evitar tragedias futuras.
• La falta de adaptación humana es un factor clave en la escala de los daños causados por los incendios.