El texto de Joseph E. Stiglitz para La Jornada del 8 de septiembre de 2024 argumenta que la elección presidencial de Estados Unidos en noviembre es crucial para la supervivencia de la democracia estadounidense y para un manejo económico responsable con repercusiones globales.
Resumen
La elección no es solo entre políticas diferentes, sino entre objetivos diferentes.
La vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata, probablemente mantenga los lineamientos del programa del presidente Joe Biden, que incluye políticas públicas para preservar la competencia, proteger el medioambiente, disminuir el costo de vida, mantener el crecimiento, mejorar la soberanía y la resiliencia económica, y mitigar la desigualdad.
El ex presidente Donald Trump, en cambio, no busca una economía más justa, sólida y sostenible. Su fórmula republicana favorece a las empresas de combustibles fósiles y a multimillonarios como Elon Musk y Peter Thiel, lo que debilitaría la economía estadounidense y aumentaría la desigualdad.
Trump tuvo una respuesta desastrosa a la pandemia de covid-19, con más de un millón de muertes. Su propuesta de aranceles indiscriminados a China provocaría un aumento de precios y la maldición triple de menor crecimiento, mayor inflación y desempleo.
Trump cuestiona la independencia de la Reserva Federal (Fed), lo que introduce incertidumbre económica y debilita la inversión y el crecimiento.
Las propuestas tributarias de Trump buscan renovar la rebaja impositiva de 2017, que solo benefició a las corporaciones y multimillonarios, aumentando el déficit fiscal y la desigualdad.
Derogar la Ley de Reducción de la Inflación sería perjudicial para el medioambiente, la competitividad de Estados Unidos y el costo de vida.
Trump ha demostrado ser un narcisista impulsivo que rechaza el conocimiento científico y medra en el caos.
Harris, en cambio, ofrece un liderazgo basado en la prudencia, el pragmatismo y la ciencia.