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El texto analiza la situación actual de la libertad de expresión en línea, centrándose en las tensiones entre las empresas que controlan las redes sociales y los diferentes países. El texto explora cómo las empresas privadas, como X, Facebook, TikTok y Meta Platforms, están cada vez más en el centro de la controversia, ya que controlan el flujo de información y la moderación de contenidos.

Resumen

• Anthony M. Kennedy, juez retirado de la Corte Suprema de Estados Unidos, acuñó el término "plaza pública moderna" para referirse a Internet y las redes sociales como el espacio principal para el intercambio de información y opiniones.
• Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de usuarios, las redes sociales están controladas por un puñado de empresas privadas, lo que genera preocupaciones sobre la libertad de expresión en línea.
• Estados Unidos ha tomado medidas para regular TikTok, debido a preocupaciones sobre su relación con el gobierno chino y el acceso a datos de usuarios.
• La Corte Suprema de Estados Unidos ha establecido que las decisiones de las redes sociales sobre la eliminación de contenido están protegidas por la Primera Enmienda, lo que limita la capacidad del Estado para intervenir.
• Mark Zuckerberg, CEO de Meta Platforms, ha revelado que el gobierno de Biden presionó para censurar publicaciones relacionadas con la pandemia de COVID-19.
• En Venezuela, el presidente Nicolás Maduro ha criticado las redes sociales por instigar el odio contra su gobierno, pidiendo a sus seguidores que migren a otras plataformas y anunciando una regulación de las redes sociales.
• En Brasil, el magistrado Alexandre de Moraes ha ordenado la suspensión de cuentas de simpatizantes del ex presidente Jair Bolsonaro en X, lo que ha llevado a Elon Musk a cerrar la representación de la empresa en el país y a bloquear el servicio en Brasil.
• En Francia, el fundador y CEO de Telegram, Pável Durov, está siendo investigado por su posible complicidad en transacciones ilegales y por negarse a cooperar con las autoridades.
• El texto concluye que la responsabilidad por el contenido en las redes sociales está siendo cada vez más cuestionada, tanto para las empresas como para sus ejecutivos.