Doble discurso de la Iglesia ante la delincuencia

Este texto de Bernardo Barranco V., fechado el 30 de julio de 2025, analiza las tensiones dentro de la Iglesia Católica Mexicana en relación con el crimen organizado. Se centra en la divergencia de opiniones entre obispos sobre la necesidad de dialogar con grupos delictivos para pacificar el país, así como en la histórica relación, a menudo controvertida, entre la Iglesia y el narcotráfico.

Un dato importante es la revelación de una larga historia de relaciones entre la Iglesia Católica y el crimen organizado en México, que data de la década de 1970.

📝 Puntos clave

• El presidente de la CEM, Monseñor Ramón Castro Castro, se desvincula de las declaraciones del arzobispo de Morelia, Carlos Garfias, sobre la necesidad de dialogar con el narco.
• Un taller organizado por la Iglesia Católica generó controversia sobre su objetivo real: si era negociar con criminales o fortalecer capacidades de negociación para la paz.

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• Algunos obispos, especialmente en zonas de alta conflictividad, abogan por la colaboración entre la Iglesia, autoridades y sociedad civil para acercarse a los grupos delictivos y buscar su rehabilitación.
• El jesuita Jorge Atilano se alinea con la CEM y niega que la mediación con el narco sea la postura oficial de la Iglesia.
• La Iglesia ha criticado la política de seguridad del gobierno de la 4T y la creciente militarización del país, especialmente tras los asesinatos de jesuitas en la Sierra Tarahumara.
• El texto revela una larga historia de relaciones entre la Iglesia Católica y el crimen organizado en México, incluyendo escándalos por "narcolimosnas" y mediaciones con grupos delictivos.
• Se mencionan varios casos concretos de vínculos entre miembros de la Iglesia y el narcotráfico, desde donaciones millonarias hasta reuniones secretas y bendición de dinero blanqueado.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Cuál es el aspecto más negativo que se desprende del texto?

La persistencia de una relación histórica, a menudo encubierta, entre la Iglesia Católica y el crimen organizado, evidenciada por los numerosos casos de donaciones, mediaciones y vínculos personales entre miembros de la Iglesia y narcotraficantes. Esto plantea serias dudas sobre la integridad y la credibilidad de la institución.

¿Cuál es el aspecto más positivo, si es que lo hay, que se puede rescatar del texto?

La existencia de un debate interno dentro de la Iglesia Católica sobre cómo abordar el problema de la violencia y el crimen organizado en México. Aunque hay divergencias de opiniones, el hecho de que se discutan abiertamente diferentes enfoques, incluyendo la posibilidad de diálogo con grupos delictivos, sugiere una voluntad de buscar soluciones y asumir un papel activo en la construcción de la paz.