El narco no canta solo

El texto de Javier Coello, fechado el 7 de Abril de 2025, aborda la problemática de la apología del narcotráfico en la cultura popular mexicana, especialmente a través de la música y las series de televisión. El autor critica la normalización de la figura del narcotraficante como héroe y la responsabilidad compartida entre los delincuentes, los artistas que los glorifican y la sociedad que consume este tipo de contenido.

El autor denuncia la glorificación de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, en un concierto en el Auditorio Telmex de Guadalajara.

Resumen

• El autor expresa su indignación por la exaltación de figuras del narcotráfico, como El Mencho, en eventos públicos y en la música popular.
• Señala que los "corridos" y "narcocorridos" promueven una imagen distorsionada de los criminales, presentándolos como héroes o benefactores.

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• Menciona la respuesta institucional ante estos hechos, como la investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Jalisco y el veto del gobernador Pablo Lemus a los artistas que glorifican la delincuencia.
• Critica la responsabilidad de la sociedad mexicana en el consumo y la normalización de la "cultura del narco".
• Denuncia la influencia negativa de las "narcoseries" que presentan a los delincuentes de manera carismática y omiten el sufrimiento de las víctimas.
• Recuerda la detención de Rafael Caro Quintero y la posterior venta de playeras con su imagen, como ejemplo de la idolatría hacia los criminales.
• Argumenta que la apología del delito no es libertad de expresión, sino un acto ilícito que lucra con la tragedia de miles de mexicanos.
• Exige responsabilidad a los artistas, productores y plataformas de streaming que promueven la narrativa criminal.
• Aboga por una cultura que celebre la vida y la justicia, en lugar de la muerte y la impunidad.

Conclusión

• El autor considera "asqueroso e inhumano" a quienes se benefician de la apología del delito.
• Subraya que la lucha contra el narcotráfico debe involucrar a toda la sociedad, desde la educación hasta los medios de comunicación.
• Concluye que "el narco no canta solo", enfatizando la necesidad de un cambio cultural para erradicar la glorificación de la delincuencia.