Este texto de Luis Rubio, publicado el 8 de diciembre de 2024, analiza la debilidad del Estado mexicano a pesar de un gobierno activista, y la necesidad de una reforma integral que contenga el poder político, más allá de la creación de instituciones específicas. El autor argumenta que la falta de contrapesos institucionales genera incertidumbre y vulnerabilidad en la sociedad mexicana.
Resumen:
México enfrenta una paradoja: un gobierno activista con un Estado débil, debido a la disminución del control gubernamental sobre el territorio y el aumento de las expectativas y ambiciones políticas.
El problema se remonta al siglo XIX, con el desafío de la pacificación e integración nacional. Períodos de crecimiento económico bajo el Porfiriato y el PRI contrastaron con las limitaciones que llevaron a la liberalización económica y política, debilitando al gobierno.
Las reformas de los noventa se enfocaron en instituciones específicas (energía, competencia, elecciones), sin abordar la contención del poder político.
La función de las instituciones no es impedir el ejercicio presidencial, sino transparentar las decisiones y asegurar el apego a la ley, protegiendo los derechos de las minorías.
La falta de contrapesos genera incertidumbre, especialmente en relación con programas sociales y regulaciones económicas. La institucionalización de programas sociales y la regulación de la inversión privada son cruciales para generar certidumbre.
El error de las reformas pasadas fue enfocarse en la creación de instituciones sin abordar la contención del poder, lo cual requiere una reforma integral.
La nueva presidenta enfrenta el desafío de contener las tensiones políticas sin atender el problema de la concentración de poder.
Conclusión:
La debilidad del Estado mexicano es un problema histórico que requiere una solución integral.
La contención del poder, no solo la creación de instituciones, es fundamental para generar certidumbre y estabilidad.
La nueva presidenta debe abordar el problema de la concentración de poder para evitar la incertidumbre y los conflictos.
La institucionalización de programas sociales y la regulación de la inversión privada son claves para la estabilidad económica y social.